O RIBEIRO

Carballiño destina parte del superávit a comprar edificios

photo_camera El emblemático edificio de la ferretería Soto está situado en la calle Tomás María Mosquera.

A la oferta por la fábrica de papel, suma ahora la emblemática construcción de la ferretería Soto

El Concello de Carballiño destina parte de su superávit de 2014, que asciende a 1.014.214 euros, a efectuar los primeros pagos para la ampliación de su patrimonio, prevista con la adquisición de edificios singulares como la antigua ferretería Soto, situado en la céntrica calle peatonal Tomás María Mosquera, y el inmueble de la antigua fábrica de papel junto con la finca de 50.000 metros cuadrados, cercana al Parque municipal. El alcalde, Argimiro Marnotes, también anunciaba ayer la propuesta que presentará al pleno de hoy para invertir el remanente de tesorería, que asciende a 3.845.000 (incluyendo el superávit), mediante suplemento de crédito, en la ampliación de servicios y subvenciones.

De esta forma, contempla una partida de 100.000 euros para efectuar el primer pago del emblemático edificio del siglo XIX, que acogió, además de la ferretería Soto, una librería, un colegio y un centro recreativo desde su construcción, encontrándose ahora cerrado desde hace años. El importe total de la propiedad es de 1.725.000 euros, que las autoridades municipales pretenden abonar en seis años, correspondiendo en este 2015, los 100.000 euros que figuran en el listado de inversiones con cargo al superávit. El resto, a razón de 325.000 euros al año, Marnotes espera abonarlos con cargo a futuros remanentes.

Se trata de una propiedad de 1.400 metros cuadrados, que se extiende desde la calle principal hasta el centro sociocomunitario de la avenida Julio Rodríguez Soto. Tiene bajo y primera planta, 19 metros de fachada y 15 metros de fondo, ampliables en 5 más en lo que atañe a la primera planta, mientras el bajo podría pasar de 15 a 35 metros. El objetivo es que sea de uso público, creando incluso una plaza de tránsito con el centro de Julio Rodríguez Soto. El plazo para contestar a los propietarios finaliza el 27 de mayo y el alcalde pide el consenso para realizar el pago a plazos hasta diciembre de 2020.

La propuesta sobre la fabrica de papel consiste en reservar 50.000 euros para el primer pago, del total de 694.134 euros en los que ha sido tasada, para abonarla en cinco años, y con la condición que el Juzgado descuente los 90.000 euros ya pagados por el edificio en el 2000, que no se regularizó.

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