Las continuas inundaciones y el mal funcionamiento de los contenedores subterráneos situados en la parte posterior de la Plaza de Abastos de Carballiño obliga al Concello a sellarlos definitivamente y sustituirlos por depósitos de superficie. Las autoridades municipales han atendido las quejas de los comerciantes y vecinos de este entorno porque la instalación se ha convertido en un foco de insalubridad que desprende un olor muy desagradable.
A esa circunstancia hay que añadir el laborioso trabajo que se requiere de la brigada de la Diputación para su vaciado y limpieza hasta el punto de tener que disponer de una motobomba y el apoyo del equipo de emergencias municipal debido al lamentable estando en el que se encontraba el depósito subterráneo, completamente inundado.
El alcalde, Argimiro Marnotes, confirmaba que esa instalación ha funcionado mal desde que se instaló en el año 2007, por cuyo motivo se procederá a su clausura y así se lo comunicó por carta a todos los comerciantes de la Plaza de Abastos y de los alrededores que son los que mayoritariamente los utilizan.
El Ayuntamiento anuncia que instalará contenedores de superficie, que vendrán a complementar otros puntos de recogida que hay en esta zona, concretamente una segunda instalación subterránea en la Avenida Julio Rodríguez Soto, en una de las entradas de la Plaza de Abastos, que también generan considerables quejas. Comerciantes y vecinos denuncian, sobre todo durante el verano por causa de los olores que desprende, ya que en los mismos se depositan vertidos directos de materia orgánica. El servicio para el depósito de residuos se completa en este entorno con otros contenedores de superficie en la misma avenida
