El alcalde de Carballiño ha cambiado de idea y supedita la moción de confianza, que había anunciado para la próxima semana, a la presentación en sucesivos días de asuntos importantes para o pobo procedentes do Goberno central.
El BNG de Carballiño se reúne hoy en asamblea extraordinaria para tomar una decisión sobre la postura que mantendrá en adelante su grupo municipal después del pleno del pasado jueves, en que votó junto con el PP en contra de la propuesta de presupuestos para este año presentada por el grupo de gobierno socialista. Desta asamblea pode salir calquer cousa, porque é soberana, apuntaba el portavoz en el Concello, Manuel Amil Otero. Por su parte, el alcalde, Carlos Montes, matizaba ayer que presentará la moción de confianza cuando lo considere oportuno, pese a que previamente la había anunciado para la próxima semana.
El debate del BNG girará en torno al anuncio del regidor sobre la convocaría de otra sesión para abordar de nuevo los presupuestos vinculados a una moción de confianza. Los nacionalistas son conscientes de que el puesto de Montes en la Alcaldía está en sus manos. Con tal motivo, las expectativas sobre la asamblea son de intenso debate y posturas enfrentadas.
El BNG sólo tiene que abstenerse en esa futura sesión para que quede aprobada la moción de confianza y los presupuestos. Si vota en contra, entonces el cargo de Montes quedaría en la cuerda floja a expensas de una posible moción de censura por parte de la oposición, que debería presentar en el plazo de un mes, o de una decisión de su grupo para elegir otro alcalde.
Por otro lado, un acuerdo entre BNG y PP para una moción de censura se presenta de antemano bastante improbable, aunque no imposible.
Críticas
Carlos Montes arremetía ayer contra la oposición, en especial contra los nacionalistas. Recordaba como desde el primer momento tendió la mano a este grupo para gobernar conjuntamente y como entonces le rechazó, al igual que ahora y en todo su mandato, aprobando mocións conxuntas co PP e intentando paralizar proxectos importantísimos como a Praza da Veracruz, sentenció. A Montes no le cabe la menor duda que tratan de asfixiar o goberno para que sexa ingobernable.
No obstante, apenas 24 horas después de anunciar que en la próxima semana presentaría la moción de confianza, el alcalde hacía una inesperada puntualización: Presentareina no momento que crea convinte despois de tratar o asunto con Secretaría e Intervención para ver en que situación quedamos no Concello, porque ademais temos que abordar asuntos de moito interés para o pobo do Carballiño procedentes do Goberno central e que darei a coñecer en próximos días.
El PP observa desde la barrera
La incertidumbre sobre el futuro del alcalde de Carballiño va en aumento según transcurren los días y se suceden los acontecimientos. Lo que sí parece estar claro es que Carlos Montes no está dispuesto por lo menos de momento a prorrogar los presupuestos del 2008, porque no podría realizar ninguna operación de tesorería ni crediticia, algo imprescindible para la economía local.
Entre tanto, el grupo municipal del BNG, fiel a la decisión de la asamblea del pasado miércoles, votó en contra de los presupuestos. Sin embargo, este periódico pudo saber que algunos de los asamblearios eran partidarios de la abstención, lo que permitiría la aprobación de los mismos.
La invitación oficial a la negociación por parte del alcalde llegaba a este grupo de la oposición después del acuerdo asambleario, por eso los contactos previos al pleno no sirvieron de nada. No obstante, los nacionalistas se sienten obligados a abordar de nuevo el asunto, a raíz de la llamada de la Alcaldía para llegar a un acuerdo.
Mientras, y prácticamente desde la barrera, el Partido Popular observa el escenario político del que fue excluido por parte del alcalde. El portavoz popular, Argimiro Marnotes, criticó la actitud del regidor por no contar con su grupo en las negociaciones, teniendo en cuenta, según apuntó, que el PP gobierna ahora la Xunta.
El debate del BNG girará en torno al anuncio del regidor sobre la convocaría de otra sesión para abordar de nuevo los presupuestos vinculados a una moción de confianza. Los nacionalistas son conscientes de que el puesto de Montes en la Alcaldía está en sus manos. Con tal motivo, las expectativas sobre la asamblea son de intenso debate y posturas enfrentadas.
El BNG sólo tiene que abstenerse en esa futura sesión para que quede aprobada la moción de confianza y los presupuestos. Si vota en contra, entonces el cargo de Montes quedaría en la cuerda floja a expensas de una posible moción de censura por parte de la oposición, que debería presentar en el plazo de un mes, o de una decisión de su grupo para elegir otro alcalde.
Por otro lado, un acuerdo entre BNG y PP para una moción de censura se presenta de antemano bastante improbable, aunque no imposible.
Críticas
Carlos Montes arremetía ayer contra la oposición, en especial contra los nacionalistas. Recordaba como desde el primer momento tendió la mano a este grupo para gobernar conjuntamente y como entonces le rechazó, al igual que ahora y en todo su mandato, aprobando mocións conxuntas co PP e intentando paralizar proxectos importantísimos como a Praza da Veracruz, sentenció. A Montes no le cabe la menor duda que tratan de asfixiar o goberno para que sexa ingobernable.
No obstante, apenas 24 horas después de anunciar que en la próxima semana presentaría la moción de confianza, el alcalde hacía una inesperada puntualización: Presentareina no momento que crea convinte despois de tratar o asunto con Secretaría e Intervención para ver en que situación quedamos no Concello, porque ademais temos que abordar asuntos de moito interés para o pobo do Carballiño procedentes do Goberno central e que darei a coñecer en próximos días.
El PP observa desde la barrera
La incertidumbre sobre el futuro del alcalde de Carballiño va en aumento según transcurren los días y se suceden los acontecimientos. Lo que sí parece estar claro es que Carlos Montes no está dispuesto por lo menos de momento a prorrogar los presupuestos del 2008, porque no podría realizar ninguna operación de tesorería ni crediticia, algo imprescindible para la economía local.
Entre tanto, el grupo municipal del BNG, fiel a la decisión de la asamblea del pasado miércoles, votó en contra de los presupuestos. Sin embargo, este periódico pudo saber que algunos de los asamblearios eran partidarios de la abstención, lo que permitiría la aprobación de los mismos.
La invitación oficial a la negociación por parte del alcalde llegaba a este grupo de la oposición después del acuerdo asambleario, por eso los contactos previos al pleno no sirvieron de nada. No obstante, los nacionalistas se sienten obligados a abordar de nuevo el asunto, a raíz de la llamada de la Alcaldía para llegar a un acuerdo.
Mientras, y prácticamente desde la barrera, el Partido Popular observa el escenario político del que fue excluido por parte del alcalde. El portavoz popular, Argimiro Marnotes, criticó la actitud del regidor por no contar con su grupo en las negociaciones, teniendo en cuenta, según apuntó, que el PP gobierna ahora la Xunta.
