La Confederación Hidrográfica del Miño - Sil invertirá más de 900.000 euros en mejorar el saneamiento y abastecimiento de Carballiño, concretamente en la calle Ourense. Para la ejecución de este proyecto de urbanización integral de esta calle, José Antonio Quiroga, presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y Francisco Fumega, alcalde de Carballiño, firmaron ayer el Protocolo de colaboración a través del que se adquiere el compromiso para la financiación, ejecución y entrega de las distintas actuaciones de renovación de canalizaciones y acondicionamiento de la calle Ourense. La inversión asciende a 920.000 euros.
Las obras consistirán básicamente en la ejecución de nuevas redes de saneamiento y recogida de aguas pluviales de la avenida 25 de Xullo y calle Ourense, así como la renovación de las redes de abastecimiento e iluminación incluyendo además, las reposiciones necesarias.
Asimismo, también se acondicionará un tramo de la calle, en torno a 550 metros de longitud, entre la intersección de ésta con Celso Emilio Ferreiro y la avenida 25 de Xullo, en donde además de mejorar la pavimentación, se construirán nuevas aceras.
Con la ejecución de este proyecto serán eliminados los vertidos de aguas residuales que van a parar directamente a los prados del entorno del río Carrás. Este entorno no está conectado con el colector general de la depuradora, por cuyo motivo está causando serios problemas de contaminación y malos olores debido a la existencia de varios vertidos, que han convertido el entorno en un importante foco contaminante.
Durante este año 2021, la Confederación Hidrográfica del Miño - Sil ya financió otras obras de saneamiento en las proximidades de la calle Madanela, que contaba con un colector que recogía las aguas de los edificios de las calles Solana y San Benito, si bien estaba conectado a una fosa séptica que funcionaba de un modo deficiente y provocaba vertidos de aguas sin depurar. Las obras consistieron en la demolición de la fosa séptica, sustituyéndola por un colector conectado con la depuradora. La inversión en esa intervención había ascendido a 70.000 euros, de los cuales la Confederación Hidrográfica Miño-Sil aportó 56.000 euros, lo que supuso el 80%. Fumega también recuerda que para el próximo mes de febrero, el organismo de cuenca entregará las obras que está ejecutando de acondicionamiento de un tramo del paseo fluvial del Arenteiro, con la apertura de un nuevo acceso, la reparación de la cubierta del lavadero de Toscaña y la habilitación de un espacio para un parque infantil.
