Vuelve el Belén viviente de Dacón gracias a un centenar de vecinos

La Carballeira da Garrida, en Dacón, albergó la representación del Belén viviente en una soleada mañana de invierno en Maside. Otro año más, la recreación ha sido posible gracias a la participación de un centenar de vecinos

Decenas de personas disfrutaron ayer del Belén viviente que, un año más y ya van 36 ediciones, protagonizaron los vecinos de Dacón, en Maside. Una de las representaciones más numerosas de Galicia y que este año volvía a celebrarse al aire libre, después de que el año pasado tuviera que celebrarse en la iglesia por la meteorología. “Ha sido todo maravilloso, estamos muy contentos por la participación, por el día, se nos dio todo”, comentaba Rody González, uno de los 87 vecinos que ayer hizo posible esta celebración intergeneracional. 

En una soleada mañana de invierno, los lugareños se vistieron sus trajes de gala para festejar la Navidad rodeados de familiares y vecinos en la Carballeira da Garrida. “La verdad es que los conté uno por uno,  este año fuimos 87 personas. Y unos tiramos por otros, no solo del pueblo, también vienen de fuera y el que viene, repite. Será porque se lo pasan bien”, comentaba Rody González.

Los Reyes Magos tampoco faltaron a la cita anual el día de Navidad.
Los Reyes Magos tampoco faltaron a la cita anual el día de Navidad.

Los vecinos de esta parroquia del concello de Maside, conocidos en toda Galicia por sus coloridas y animadas participaciones en el Entroido, llevan desde octubre organizando una representación que cada año cambia de niño Jesús, cuyo papel encarnó ayer el pequeño Enzo de ocho meses, pero que mantiene intacto su espíritu festivo y colaborativo. 

La recuperación de la bajada de la estrella anunciadora, desde el castillo de Herodes hasta el portal, fue una de las principales novedades de esta edición, pero no la única. “Este año contamos con más puestos, quizás algo más pequeños, pero que ayudan a dar vida a todo esto”, relataba este integrante de la organización que, una vez finalizada la representación y la misa, compartía un aperitivo que se prolongó hasta pasadas las tres de la tarde en la Carballeira da Garrida. Y es que cada vecino, además de participar en la escenificación, aporta a la celebración viandas en forma de quesos, chorizos, lentejas, sopa, filloas, chocolates y hasta un “porco ao espeto”, otra de las novedades.

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