Participaron en la consulta los 24 establecimientos de la calle, de los que 16 se decantaron por el si

Los comerciantes deciden que Curros Enríquez sea peatonal

 (Foto: Hohem Gouveia)
Los comerciantes han decidido con su voto en urna que la calle Curros Enríquez sea peatonal. Participaron en la consulta realizada por el Concello de Carballiño los 24 propietarios convocados para pronunciarse con un sí o un no a la peatonalización, votando a favor 16 y en contra los 8 restantes.

La urna la abrió el alcalde, Argimiro Marnotes, que pidió a un niño que cantara los resultados, en presencia de un grupo de comerciantes, además del concejal de Obras, Magín Daparte.

Tras el recuento de las papeletas, el regidor anunció que se retirarán las vallas que cortan desde el inicio de las obras el paso a los vehículos para colocar las señales indicativas de que es zona peatonal y sólo para coches autorizados.
Los comerciantes decidieron en urna, dejando en evidencia la diferencia de opiniones respecto a la peatonalización. Además, la misma consulta convocada por el Concello tampoco fue del agrado de todos y algunas voces se alzaron reclamando que se mantuviera el primer acuerdo al que habían llegado con las autoridades municipales para implantar una peatonalización parcial.

Asimismo, tampoco obtuvo el visto bueno general el hecho de que la votación quedase reducida a los comerciantes y hosteleros de la calle y no se consultase también con todos los residentes e incluso a todos los vecinos de Carballiño interesados en opinar, tal y como defendía el BNG.


La otra opción
José Ángel Álvarez (Droguería Macarrías) es uno de los comerciantes que defendía el cierre en horas y días determinados, regulando también el tiempo de los estacionamientos y reduciendo la velocidad de los vehículos a 20 kilómetros por hora, 'que teñan prioridade os peatóns', indicó. Además, 'eu creo que deberían haber votado todos os veciños porque eu tamén teño aquí propiedades e non me gustaría que me deixaran fora', añadió.

Antonio Millán (bar Abadía dos Sentidos), piensa lo contrario: 'está mellor cerrada, nestes días vese máis ambiente pola calle e no meu negocio entra máis xente'.

José Álvarez (Cafetería Cesar y residente) es uno de los que manifiesta su malestar contra el alcalde y grupo de gobierno, a los que acusa de no cumplir con el acuerdo inicial de un cierre temporal. Considera que 'son cartos mal gastados', refiriéndose a la obra y recordando que el alcalde, Argimiro Marnotes, había anunciado la apertura para después de Navidades y 'agora van romper a beirarúa outra vez para colocar unha tubería e manteñena pechada á circulación, cando antes estabamos o 80% dacordo en que se abrira'. Asegura que en su negocio está perdiendo dinero por no disponer de plazas de aparcamiento y que 'non podemos estar contentos con que nos quiten os poucos estacionamentos que tíñamos', además de quejarse de la consulta en la que 'deberían participar polo menos os veciños da rúa'.

El alcalde había dejado en suspense la decisión inicial de una peatonalización temporal a raíz del cambio de opinión de algunos de los comerciantes después de permanecer sin circulación durante más de un mes con motivo de las obras. De ahí que se celebrase una nueva reunión en días pasados que acabó en tablas, aunque con la decisión de que se decidiera en urna. Así, convocó a votar sólo a los comerciantes porque el fin de la obra es precisamente potenciar el comercio en la zona

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