El inicio de las obras de saneamiento del río Carrás a su paso por la villa del Arenteiro ha motivado al Concello de Carballiño a convocar a los propietarios de las fincas afectadas para explicarles los pormenores del proyecto. Al respecto, el alcalde carballiñés, Carlos Montes, anunció ayer que na vindeira semana remitiranse unhas cartas ós donos dos terreos comprendidos entre o límite co municipio de Maside e a zona do antigo matadoiro, na estrada a Ribadavia, xa que a primeira fase de execución vaise levar a cabo nese tramo.
El proyecto, que financia la Consellería de Medio Ambiente a través de Augas de Galicia, supone una inversión aproximada de seis millones de euros, y contempla la instalación de colectores de aguas residuales y pluviales desde el parque empresarial de Carballiño, ubicado en la parroquia de Seoane, hasta la localidad de Partovia, donde está prevista la construcción de una estación depuradora.
Vertidos
Carlos Montes apunta que os propietarios das catro fincas onde se ubicará a depuradora tamén serán informados do proxecto, a fin de negociar os prezos pola expropiación. El objetivo de los trabajos, que se desarrollarán durante un año y medio a cargo de la empresa Taboada y Ramos, es evitar el vertido directo al río Carrás -afluente del Aviadel las aguas fecales procedentes del área industrial y del 40% del casco urbano de Carballiño. Las asociaciones de vecinos del municipio y colectivos ecologistas de toda Galicia venían demandando desde hace dos décadas la eliminación de vertidos contaminantes en este cauce.
Vertidos
Carlos Montes apunta que os propietarios das catro fincas onde se ubicará a depuradora tamén serán informados do proxecto, a fin de negociar os prezos pola expropiación. El objetivo de los trabajos, que se desarrollarán durante un año y medio a cargo de la empresa Taboada y Ramos, es evitar el vertido directo al río Carrás -afluente del Aviadel las aguas fecales procedentes del área industrial y del 40% del casco urbano de Carballiño. Las asociaciones de vecinos del municipio y colectivos ecologistas de toda Galicia venían demandando desde hace dos décadas la eliminación de vertidos contaminantes en este cauce.
