El Concello de Carballiño procedió en días pasados a talar los árboles que amenazaban con caer sobre la calzada de la OU-208, a la altura de la localidad de Torrón. Se trataba de ocho árboles enraizados en un terreno blando, después de levantar el cruceiro que tenía parte de su base de piedra en el aire y suponía un peligro para la circulación y peatones.
La situación había sido denunciada por un particular ante la Policía Autonómica, si bien, Patrimonio no permitió la tala hasta que se cambió de ubicación el cruceiro. “Só faltaba esa fila de árbores que non se poideron cortar porque si se facía peligraba o cruceiro”, matiza la concejal de Medio Rural, Rosa Fuentes.
Contando con el apoyo de la Policía Local y del Grupo municipal de Emergencias, se puso fin a una situación de riesgo en estos últimos días.
El cruceiro, después de dirimir diferencias sobre su nueva ubicación, ha sido colocado en la entrada principal del cementerio parroquial de Señorín.
El Concello tuvo que contratar una empresa especializada porque para su traslado fue necesario desmontar las piezas, que también fueron restauradas. Asimismo, se colocó una placa recordando que es un cruceiro propiedad de los vecinos de Torrón.
Rosa Fuentes reconocía que existía desde hace aproximadamente tres años un riesgo considerable de que se desprendiese del terreno y cayese sobre la calzada. Un temporal había derribado un árbol, que había caído en la carretera obligando al Grupo municipal de Emergencias a retirarlo, al mismo tiempo que provocaba el desprendimiento de tierra sobre la que se asentaba el cruceiro, que había sido trasladado de forma provisional a ese lugar, un monte privado, cuando se había ejecutado el Eixo do Ribeiro.
