Los vehículos deben dar un rodeo de 2 kilómetros para acceder al centro desde el cruce de Ribadavia

El Concello hace definitivos dos cambios de tráfico criticados por hosteleros de tres calles

Una de las nuevas señales de prohibición, en la entrada a la calle Ribeiro. (Foto: Martiño Pinal)
Dos de los ocho cambios de sentido provisionales promovidos el pasado 19 de mayo por la Concejalía de Tráfico en otras tantas calles de Carballiño han pasado a ser definitivos: el primero y más controvertido, la prohibición de acceso a la Plaza Mayor desde el cruce de Ribadavia, que obliga a los conductores a dar un rodeo de dos kilómetros; y, el segundo, la obligatoriedad de bajada en la calle Caridad. Comerciantes y hosteleros de las zonas afectadas mantienen su oposición al proyecto municipal.
La instalación de dos señales fijas de prohibición de paso de vehículos han convertido en definitivos los cambios de sentido promovidos por la Concejalía de Tráfico de Carballiño en las calles Ribeiro y Caridad. En ésta, los vehículos deben bajar obligatoriamente desde la calle Aldara hasta la parte posterior de la Casa do Concello y coger el desvío por la calle Faustino Santalices, sin posibilidad de subir hasta el Consistorio.

En el primer caso, los automovilistas que procedan de las parroquias carballiñesas de Partovia y Barón, del municipio de San Amaro y de la comarca de O Ribeiro no disponen de acceso directo al centro de la villa -Plaza Mayory se ven obligados a dar un rodeo de dos kilómetros para atravesar la calle Calvo Sotelo y las avenidas Julio Rodríguez Soto y Conde Vallellano, con el fin de poder bajar por la citada Aldara. Esta medida ha disgustado a los propietarios de establecimientos comerciales y de hostelería del entorno de las calles Calvo Sotelo, Juan Corral, Ribeiro y Cesáreo Tizón, donde antes de los cambios de podía circular en doble sentido.

Asamblea


‘Non é lóxico que teñamos que dar centos de voltas en coche ó casco urbano cando entre o cruce da estrada de Ribadavia e a Praza Maior a distancia non chega a medio quilómetro’, apuntó un portavoz de los vecinos afectados. Los titulares de estos negocios ya habían presentado sus quejas en una asamblea extraordinaria convocada por la Asociación de Comerciantes do Carballiño, cuya directiva asumió y transmitió a través de un escrito al concejal de Tráfico, José Antonio Barge Gil. Sin embargo, éste asegura que ‘os informes da Policía Local foron totalmente favorables á instauración do sentido único nesas rúas, xa que consideran que a circulación vial mellorou ó cen por cen dende que fixemos os cambios provisionais o 19 de maio’.

Además, el edil socialista recuerda que ‘nas oficinas da Policía Local lévanse recollidas perto de medio milleiro de firmas de veciños que apoian as modificacións feitas, aínda que haxa un grupo reducido de hosteleiros e comerciantes que non estén dacordo, pero ten que primar o interese xeral’.

Propuestas alternativas de la oposición

Un total de ocho calles fueron incluidas en el plan provisional de tráfico impulsado por José Antonio Barge y siguiendo las directrices técnicas de la Policía Local, pero la posibilidad de suprimir la salida a la N-541 desde la calle Evaristo Vaamonde fue desechada desde un principio. Actualmente, los agentes valoran la recuperación de una o dos subidas entre las avenidas del Balneario y Julio Rodríguez, ya que en las cuatro calles que las intercomunican sólo es posible el sentido de bajada. A mayores, el grupo municipal del PP planteó alternativas para los accesos a la Plaza Mayor y la ampliación a dos carriles en la calle Curros Enríquez con el fin de agilizar el acceso de automóviles al cruce de Catro Camiños, que posee desviaciones a la ciudad, Pontevedra y a los municipios de O Irixo, Cea, Piñor y al pontevedrés de Lalín. Estas propuestas formuladas por el portavoz ‘popular’, Argimiro Marnotes, todavía no han sido tenidas en cuenta por el equipo de gobierno.



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