Transcurrido un mes desde que fuera desalojado y precintado el edificio de la estación de autobuses de Carballiño a consecuencia de la aparición de grietas y el hundimiento del suelo del porche, el Concello insta a la Xunta a que repare las deficiencias e informe sobre el estado de la estructura.
El departamento de Urbanismo del Concello de Carballiño dirigió ayer un escrito a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras para que proceda a reparar las deficiencias de la estructura de la estación de autobuses. Los trabajadores habían alertado el pasado 11 de diciembre a las autoridades locales sobre un ruido y la posterior aparición de grietas en las paredes, además del hundimiento de un parte del suelo del porche.
Pedímoslle que proceda o arranxo e que nos digan cales son os problemas que ten a estructura, apuntó el edil responsable del departamento municipal, Manuel Amil Otero.
El concejal aseguró que se realizó en estos últimos días una inspección y que no han detectado nada anómalo, dado que la escayola que colocaron los técnicos de la Xunta en las grietas para comprobar si continúan cediendo no ha experimentado ninguna variación.
Preocupación
No obstante, Manuel Amil manifestó su preocupación porque desde que se abrieron las grietas, que habían motivado incluso el desalojo y el precintado del edificio, no se realizaron reparaciones ni ha sido informado el Concello sobre las condiciones en que está el edificio.
Por otra parte, el personal de la estación de autobuses no ha vuelto a detectar ningún outro movemento nin ruido, pero daquela os técnicos da Xunta estiveran evaluando os daños e quedaron de correxilos, indicaba el propietario de una de las empresas de transporte que utiliza las instalaciones.
Al respecto, el empresario matizó que pensamos que non existe amenaza seria de derrumbe e que as deficiencias se correxirán nun corto espazo de tempo. Amil también recordó que las instalaciones son responsabilidad de la Xunta.
Pedímoslle que proceda o arranxo e que nos digan cales son os problemas que ten a estructura, apuntó el edil responsable del departamento municipal, Manuel Amil Otero.
El concejal aseguró que se realizó en estos últimos días una inspección y que no han detectado nada anómalo, dado que la escayola que colocaron los técnicos de la Xunta en las grietas para comprobar si continúan cediendo no ha experimentado ninguna variación.
Preocupación
No obstante, Manuel Amil manifestó su preocupación porque desde que se abrieron las grietas, que habían motivado incluso el desalojo y el precintado del edificio, no se realizaron reparaciones ni ha sido informado el Concello sobre las condiciones en que está el edificio.
Por otra parte, el personal de la estación de autobuses no ha vuelto a detectar ningún outro movemento nin ruido, pero daquela os técnicos da Xunta estiveran evaluando os daños e quedaron de correxilos, indicaba el propietario de una de las empresas de transporte que utiliza las instalaciones.
Al respecto, el empresario matizó que pensamos que non existe amenaza seria de derrumbe e que as deficiencias se correxirán nun corto espazo de tempo. Amil también recordó que las instalaciones son responsabilidad de la Xunta.
