De los contenedores que distribuyeron los alumnos del centro ocupacional Aspadisi (Asociación de padres de discapacitados psíquicos) por las calles y plazas de Carballiño ya sólo quedan restos.
Los vándalos han destrozado los envases que se colocaron al lado de papeleras para el depósito de los excrementos de mascotas, restos de pipas, chicles y otros residuos que ensucian los espacios públicos.
Salvo algún que otro recipiente que se ha salvado, los demás deberían ser retirados porque ya no son de utilidad y los único que dejan a la vista son los actos incívicos de algunos que no respetan el inmobiliario público.
Los contenedores incluso habían sido decorados por los alumnos del centro ocupacional con pinturas alusivas a su utilidad, pero la iniciativa ha resultado infructuosa a la vista del comportamiento de los vándalos. Es habitual, sobre todo durante los fines de semana, que se produzcan destrozos en farolas, jardineras y también pintadas en fachadas.
