Los hosteleros afectados señalan que 'nós cumprimos a lei, pero permítese beber nas rúas'

El control horario de los pubs y bares de O Carballiño acaba en 'macrobotellón'

Zona donde los jóvenes de Carballiño se reúnen para el botellón. (Foto: ARCHIVO)
Las medidas acordadas hace un año por la Junta Local de Seguridad de Carballiño acerca del control de los horarios de cierre de los locales de hostelería de la villa fueron aplicadas este pasado fin de semana por las fuerzas de seguridad.
Concretamente, en la medianoche del pasado sábado, una patrulla de la Guardia Civil recorrió los establecimientos de la 'movida' para identificar a sus propietarios e informar sobre la normativa vigente, de modo que la mayoría de éstos optaron por cerrar sus puertas coincidiendo con la habitual llegada de clientes.

'Nós estamos dacordo en asumir o que marca a lei, pero hai moita xente que non está a cumplila e aínda por riba xa ten interposto denuncias contra o resto', señaló José Rodríguez, gerente de un 'pub' del entorno de la Praza do Emigrante. Este hostelero añadió que 'a meirande parte da clientela chega a partir das tres da mañá da zona de copas do barrio de Flores e do contorno da Praza Maior, e temos que pechar ás catro'. Los agentes de la Guardia Civil, que se personaron en los locales de la calle Chamoso Lamas y Marcelino Parrondo, en las inmediaciones de la Praza do Emigrante, portaban un listado con las licencias, categoría y titularidad de cada negocio, 'e avisaron de que se nós pasábamos da hora, a sanción estaba asegurada', indicó el empleado de un café-bar.

Botellón
Mientras, en los soportales de acceso al Auditorio municipal y de la estación de autobuses de Carballiño, se estaba desarrollando un 'botellón', con un centenar de jóvenes participantes. Una situación que exasperó a los hosteleros, 'porque perdemos clientes ó pechar legalmente cando nos obriga a lei ó traverso dos seus axentes, pero istes non se dan conta de que tamén os perdemos cando permiten este tipo de concentracións, que sempre derivan en atentados contra o mobiliario público (ayer aparecieron jardineras volcadas en la calle Vulcano) e incluso privado, con rotura de portas de edificios'.

Un fenómeno, el del 'botellón', cuya responsabilidad recae en la Policía Local. Al respecto, el alcalde carballiñés, Carlos Montes, indica que 'non existe ningunha normativa que o prohíba, nembargantes os axentes están a intensificar a vixiancia, aínda que só poden actuar á hora de atopar menores consumindo alcohol, e tamén se o botellón produce lixo e non se recolle'.

Conflictos
El problema se agrava con la diversidad de establecimientos que existe en el casco urbano, que a menudo genera conflictos de intereses que hacen más difícil la unión entre todos para debatir e intentar solucionarlos. 'Se un restaurante ou un mesón pecha ás dúas da mañá, os comensais entrarán nunha cafetería a esa hora, e aínda tardarán máis en ir a un pub ou unha discoteca', comenta el propietario de una cafetería. La reunión mantenida entre representantes del Concello, Guardia Civil, Policía Local y hosteleros, en abril de 2009, para acercar posturas, aún no ha obtenido resultados.

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