El pleno de Punxín aprobó rescindir el contrato a Aquagest pero la corporación no se puso de acuerdo para crear una comisión que se encargue de buscar una alternativa para el suministro de agua y saneamiento en este municipio. La aprobación de la resolución del contrato con la empresa concesionaria, que era por 25 años y se prolongaría hasta el 2032, ya no contó con el apoyo de los tres ediles socialistas que conforman la oposición, frente a los cuatro del PP del grupo de gobierno presidido por Manuel Vázquez.
El mutuo acuerdo al que llegó el Concello con Aquagest implica el abono del canon anual de 63.000 euros a la empresa correspondiente a los años 2012 y 2013, algo sobre lo que mostró su disconformidad el grupo del PSdeG, por cuyo motivo se abstuvo, pese a que el portavoz, Amadeo Vázquez, puntualizó que 'estamos dacordo coa resolución do contrato, pero non con que se lle paguen eses cartos'.
No obstante, la tensión fue en aumento cuando se debatió el punto relativo a la creación de una comisión encargada de decidir si se realiza un nuevo concurso público para gestionar el servicio o si lo asume el propio Concello. En ese apartado, la comisión vecinal con representación de las distintas parroquias de Punxín y que lleva meses luchando contra el precio establecido por Aquagest y por el mantenimiento del agua sin arsénico, descubierto ya en varias localidades, se mostró en desacuerdo con la propuesta del grupo de gobierno.
Manuel Vázquez propuso que estuviera integrada por el alcalde, dos ediles del PP, uno de la oposición y un representante de la comisión vecinal. El portavoz de dicha comisión, Joaquín Moldes, intervino durante la sesión, anunciando que los vecinos no formarían parte de algo que ya estaba decidido de antemano. Pedía una comisión paritaria, pero 'esto é unha encerrona'. El socialista Amadeo Vázquez coincidía con los vecinos en que el grupo de gobierno ya tiene decidido adjudicar el servicio a la Diputación y anunciaba que no formarían parte de la comisión.
No obstante, la tensión fue en aumento cuando se debatió el punto relativo a la creación de una comisión encargada de decidir si se realiza un nuevo concurso público para gestionar el servicio o si lo asume el propio Concello. En ese apartado, la comisión vecinal con representación de las distintas parroquias de Punxín y que lleva meses luchando contra el precio establecido por Aquagest y por el mantenimiento del agua sin arsénico, descubierto ya en varias localidades, se mostró en desacuerdo con la propuesta del grupo de gobierno.
Manuel Vázquez propuso que estuviera integrada por el alcalde, dos ediles del PP, uno de la oposición y un representante de la comisión vecinal. El portavoz de dicha comisión, Joaquín Moldes, intervino durante la sesión, anunciando que los vecinos no formarían parte de algo que ya estaba decidido de antemano. Pedía una comisión paritaria, pero 'esto é unha encerrona'. El socialista Amadeo Vázquez coincidía con los vecinos en que el grupo de gobierno ya tiene decidido adjudicar el servicio a la Diputación y anunciaba que no formarían parte de la comisión.
