El Concello de Carballiño aún no ofrecía este martes la posibilidad de asistencia a los ambulantes de textil y calzado a la feria. Por tercera vez, desde que se autorizó la presencia de este tipo de puestos, únicamente acudieron los de alimentación, agro, jardinería y herrería, además de las pulpeiras.
Aún así, los asistentes echaron en falta el textil y calzado, que suponían en torno a un 70% de los puestos de la feria antes del estado de alarma por el covid-19.
La concejala de Servicios Públicos, Rosa Fuentes, declaró que hasta ahora se barajaron algunas posibilidades de ubicación, entre ellas la avenida del Arenteiro, pero que algunos de los comerciantes ambulantes consultados, consideran la alternativa poco rentable al estar retirado del centro urbano. Incluso, apuntaba la edil, a la Praza do Emigrante, cuyo espacio, no obstante, tampoco es suficiente.
De esta forma, y también lo confirmaba el alcalde Francisco Fumega, la alternativa más probable y que se pretende desarrollar en la próxima feria del 30 de junio consistirá en ampliar espacios hacia las calles colindantes con aquellas que ocupaban antes de la pandemia.
La intención del concello está en que sigan ocupando la avenida del Balneario y la Calle Uruguay, al mismo tiempo que se extenderán hacia las calles Venezuela y República Argentina, todas en el mismo entorno.
En cuanto a los puestos que había en la Praza Maior, se reducirán y colocarán algunos de ellos en otras calles colindantes.
"Trátase de reubicar os postos, porque non é unha medida transitoria, xa que non sabemos o tempo que se deberá aplicar", explicaba Rosa Fuentes, que también anunciaba su intención de consensuar con los ambulantes las nuevas posibilidades de ocupación de los espacios del casco urbano.
