La fiesta típica de Pol se desarrolló según lo previsto por los vecinos de la localidad

LR- La fiesta hípica de Pol se desarrolló según lo previsto por los vecinos de la localidad, organizadores de las distintas competiciones deportivas y de la comida campestre. Acudieron 300 caballos, que procedían mayoritariamente de Pontevedra, Ferrol, Santiago y Ourense, y del Norte de Portugal. Los asistentes guardaron un minuto de silencio por el capataz del AVE fallecido.
La jornada ‘Ecu Carballiño 2007’ reunió en las instalaciones hípicas de Pol a 300 caballos con sus respectivos jinetes, que participaron en las distintas competiciones desarrolladas a partir de las once de la mañana y después de realizar una ruta turística por todo el entorno.

Los equinos procedían de distintos puntos de Galicia, sobre todo de Pontevedra, Ferrol, Ourense y Santiago y, también del Norte de Portugal. El programa previsto por la asociación de vecinos de la localidad, que organiza esta fiesta hípica ininterrumpidamente desde hace siete años, se desarrolló sin incidentes y con la asistencia de un numeroso público, en un continuo ir y venir a lo largo de todo el día para ver las distintas pruebas.

Autoridades

Entre los asistentes, también se apuntaron algunas autoridades como la conselleira de Política Territorial, María José Caride, que llegó a la fiesta acompañada del responsable autonómico de Medio Ambiente, Manuel Vázquez. Asimismo, estuvieron presentes los alcaldes de Carballiño, Carlos Montes; de Maside, Celso Fernández y de Piñor, Francisco Fraga, además de varios concejales de estos municipios.

Una treintena de vecinos de la localidad se encargó de la organización de las competiciones, además de la preparación de la comida campestre para 400 personas. Ellos mismos cocieron 150 kilos de carne, 1.000 chorizos y sirvieron 35 empanadas. El presidente de la asociación vecinal, José Manuel Míguez, declaraba que ‘pola tarde empezamos as probas con unha hora de retraso porque tomámonos con calma a sobremesa’.

Y el espectáculo estuvo servido con las carreras de velocidad, que son, sin duda, las que más llaman la atención del público. Concluían minutos antes de las siete de la tarde, cuando una fina llovizna empezaba a amenazar la fiesta.

Al final, fueron entregados los premios en metálico y trofeos a los ganadores de las pruebas y se guardó un minuto de silencio en recuerdo del capataz de las obras del AVE fallecido, Manuel Domínguez, muy cercano a los vecinos de este pueblo en donde ocurrió el accidente del viaducto.

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