El equipo municipal de gobierno de Carballiño retomará el proyecto de recuperación urbanística del barrio de Flores, que hace dos siglos dio origen a la villa del Arenteiro, mediante la tramitación de ayudas para la ejecución de las obras que planteen los propietarios de las viviendas. La Corporación municipal había aprobado por unanimidad en la sesión plenaria del 7 de noviembre de 2005 la solicitud a la Consellería de Vivenda e Solo de un Área de Rehabilitación Integral (ARI) para el casco histórico de Flores, similar al puesto en marcha por el Concello de Ribadavia hace 10 años.
Sin embargo, 'nunca se volveu ter noticias sobre esta solicitude, e por iso imos facer outra ante o Instituto Galego da Vivenda e Solo', indicó el alcalde carballiñés, Argimiro Marnotes. La intención de las autoridades municipales es la presentación de un proyecto que permita definir las actuaciones necesarias para acometer los trabajos de restauración de las viviendas, para los que existen subvenciones de la Xunta y del Ministerio de Fomento.
Una memoria elaborada por técnicos del Concello apunta que de las 118 casas de Flores, un 24% es de nueva construcción y del 76% restante, un 15% se encuentran en buen estado. Así, en torno a 70 viviendas serían objeto de estudio para su posible acondicionamiento, entre ellas, unas 20 que responden a la tipología clásica, con utilización de piedra y madera en su construcción, y cinco que quedarían fuera de ordenación al estar edificadas en ladrillo. Teniendo en cuenta que sólo hay 52 inmuebles habitados en la actualidad, con una media de ocupación inferior a los tres inquilinos, el Concello intentará negociar con los propietarios de las viviendas vacías para la firma de convenios de cesión, con el objetivo de que puedan ser alquiladas por jóvenes de la comarca.
Una memoria elaborada por técnicos del Concello apunta que de las 118 casas de Flores, un 24% es de nueva construcción y del 76% restante, un 15% se encuentran en buen estado. Así, en torno a 70 viviendas serían objeto de estudio para su posible acondicionamiento, entre ellas, unas 20 que responden a la tipología clásica, con utilización de piedra y madera en su construcción, y cinco que quedarían fuera de ordenación al estar edificadas en ladrillo. Teniendo en cuenta que sólo hay 52 inmuebles habitados en la actualidad, con una media de ocupación inferior a los tres inquilinos, el Concello intentará negociar con los propietarios de las viviendas vacías para la firma de convenios de cesión, con el objetivo de que puedan ser alquiladas por jóvenes de la comarca.
