La escasez de espacio restringe el estacionamiento de unos 800 coches tanto en zonas libres como de pago

Más de 3,6 kilómetros de vados bloquean la implantación de la ORA

Uno de los vados. (Foto: Martiño Pinal)
El crecimiento urbanístico de la villa del Arenteiro de los últimos 10 años ha traído como consecuencia la petición y autorización de un número progresivo de licencias de reserva de entradas de garajes y vados para los inquilinos de los nuevos edificios. El caso de los vados repercute negativamente en la disposición de estacionamiento libre para automóviles en el casco urbano, ya que la normativa municipal lo prohíbe expresamente so pena de sanción y posible retirada del coche por parte del servicio de grúa.
Los técnicos de la Concejalía de Tráfico cifran en 800 el número de vehículos para este tipo de reservas de espacio, que en la práctica se traducen en 3.600 metros (3,6 kilómetros) de longitud de calles de Carballiño que no pueden ser utilizadas para aparcar. Esta situación deriva, a su vez, en la dificultad de delimitar las zonas de ubicación de vehículos en la ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamientos), cuya aprobación por parte de la Corporación fue elevada a definitiva al no ser registrada ninguna alegación.


ZONA AZUL

Así, en arterias céntricas como es el caso de la avenida Julio Rodríguez Soto y las calles Martínez Avellanosa, Calvo Sotelo y Marcelino Parrondo, el elevado número de vados (en torno a un 90% de los edificios) tan sólo permite estacionar de forma libre a un reducido número de coches en la actualidad. Una vez que se aplique la ORA, la práctica totalidad de estos espacios se convertirán en 'zona azul', según el programa previsto por el Concello, que también contempla como tales las calles Aldara, Faustino Santalices, Cesáreo Tizón, Ribeiro, Juan Corral, Evaristo Vaamonde, Otero Pedrayo y Curros Enríquez, entre las más céntricas. El problema se complica para los técnicos con la creación, también incluida en esta ordenanza, de 'zonas blancas', es decir, áreas de aparcamiento destinadas en exclusiva para aquellos ciudadanos que viven en la villa pero que no disponen de una plaza de garaje.

En zona azul, los automovilistas deberán abonar una tarifa media de 0,50 euros por hora de aparcamiento en la zona restringida, mientras en la blanca, los habitantes que deben dejar su coche en la calle tendrán una cuota anual de 25 euros, tal y como estipula la normativa. Por otra parte, también existen solicitudes de reserva de espacios para carga y descarga por parte de talleres y centros comerciales, que reducen todavía más la posibilidad de colocar un vehículo. Fuentes del departamento de Tráfico apuntaron que 'o caos urbanístico derivou nun caos automobilístico, xa que o casco urbán só se deseñou para ocupar solares con edificios, esquecendo as áreas necesarias para a circulación de peóns e automóbiles'.


FLORES

Mientras los técnicos meditan cuál será el mejor modelo de ORA, la peatonalización del casco histórico de Flores, parcial por el momento, también incidirá en agravar el problema de los estacionamientos, ya que hasta ahora medio centenar de automovilistas aprovechaban las calles de este barrio para realizar gestiones en la cercana Casa do Concello u otras entidades, o simplemente acudir a su puesto de trabajo sin preocuparse de las líneas amarillas.

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