El menor que agredió a la niña en Carballiño está en libertad

Manifestación para pedir un cambio de la Ley del Menor y la disminución de la edad penal (ARCHIVO).
photo_camera Manifestación para pedir un cambio de la Ley del Menor y la disminución de la edad penal (ARCHIVO).
Sus padres se declararon insolventes por lo que la afectada tampoco recibió una idemnización

La vida de la hija de Carlos Iglesias, al igual que la de su familia, cambió para siempre el pasado septiembre. La menor, de 13 años, había quedado con un amigo que la invitó a pasar la tarde en su casa. Una vez allí, y tal como declaró él mismo, la golpeó en la cabeza con la pata de cabra de una bicicleta porque “quería saber lo que se sentía al matar”. O bien por el impacto, o bien empujada por el agresor, la joven cayó desde el balcón. Pasó cerca de tres meses hospitalizada y diez días en coma. En noviembre regresó a casa pero la recuperación aún perdura casi un año después. 

“Ella quedó mal. Hubo que quitarle los filtros del cerebro. Mi mujer mandó cartas al presidente Sánchez para ver si se hace algo. Necesita acudir a un sitio especial para que la eduquen otra vez”, relata el padre. “Necesita una vigilancia de 24 horas. Y aún quedan cirugías: en septiembre y en octubre tiene que someterse a dos operaciones de la mano porque el niño le cortó los tendones de la mano”, explica. 

Carlos explica que va a necesitar estar toda su vida acompañada porque es dependiente. “Al menos anda y se mueve, algo con lo que no contábamos. Está peleando”, dice. Este septiembre comenzará de nuevo el curso escolar en Oímbra. Cursará con normalidad las asignaturas pero tiene a una especialista asignada que le acompañará en todo momento: “Quizá no aguante dos horas seguidas en clase, por ejemplo”. 

EL TEMA LEGAL

Por otra parte, el caso está paralizado en materia legal. Aunque el joven estuvo ingresado unos meses en el Centro de Menores de Montealegre, “ahora está en la calle por su edad”, explica.

Sus progenitores se declararon insolventes. “Lo único que se aplica es que él tiene que estar a kilómetros de mi hija,  a ciudades de distancia”, señala. “Nosotros vinimos porque el niño salía a la calle, es mejor coger distancia. Ahora estamos tratando de seguir el caso por malos tratos. Lo que no es lógico es que esté todo parado”, indica Iglesias. 

La familia, que se manifestó en numerosas ocasiones, sigue luchando. “Te mantienes firme por tu familia. No reaccionas de forma violenta porque te das cuenta de que eres necesario, no puedes dejar solas a tus hijas”, afirma el padre de la víctima.

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