La nave de emergencias de O Carballiño debe ser derribada en tres meses

El Concello de Carballiño dispone hasta finales del próximo mes de marzo para derribar la nave de la sede del Grupo municipal de Emergencias y de Protección Civil. El día 19 de enero del pasado 2021, la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística de Galicia (APLU), dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, había notificado al Concello la incoación de un expediente de reposición de la legalidad urbanística por haber sido construidas dichas instalaciones en zona verde para complementar como garaje y almacén el edificio de la antigua cantina del ferrocarril, sede del grupo de emergencias y del voluntariado. Las arcas municipales deberán desembolsar en torno a 225.000 euros, en primer lugar para derribar la nave por un importe presupuestado en 50.000 euros, y en segundo lugar para el traslado de las emergencias al antiguo centro ferial de ganado, ubicado en el parque empresarial, en donde también se construirán nuevas instalaciones con una inversión que ronda los 175.000 euros, y para lo que ya figura en los presupuestos municipales una partida de 100.000, que se espera completar con una subvención de la Administración autonómica. El alcalde, Francisco Fumega, declaraba que las obras se sacarán a licitación en próximas fechas, tanto para el derribo como para la habilitación de las futuras instalaciones. La intervención de la APLU surge a partir de la denuncia formulada en febrero de 2020 por un particular en el ejercicio de acción pública. El Concello había promovido la construcción, que fue anterior al año 2010, y que se ejecutó en una parcela municipal que cuenta con una superficie de 1.590 metros cuadrados, que alberga distintas edificaciones con diversos usos como oficinas, tres viviendas de los antiguos trabajadores de Renfe y la nave aparcamiento. Este terreno está calificado en el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Carballiño como suelo urbano de sistema general de zonas verdes y de sistema general de equipamientos y dotaciones, correspondiendo a la parcela sobre la que está la edificación, que ocupa 220 metros cuadrados, la calificación de zona verde, en donde solamente estarían permitidas casetas, kioscos desmontables y mobiliario urbano, siempre sin ocupar más del 10% de la superficie total. La APLU ordenaba el derribo concediendo un año de plazo y considerando que la nave no cumple tampoco con las condiciones para aparcamiento puesto que en esa zona solamente está permitido si es subterráneo. Asimismo, también señala que la edificación no guarda la línea frontal en relación con los otros edificios existentes. Francisco Fumega, señalaba que tras el derribo, el Concello estudiará qué usos dar a este espacio.