TRIBUNALES | OURENSE

Nueva condena por "stalking", el acoso reiterado a una mujer de Carballiño

El inculpado llamó en un mes a su expareja 300 veces, además de seguirla y dejale notas en el portal

El Juzgado de lo Penal 2 ha condenado por "stalking" -perseguir a una persona de forma obsesiva- a Alfredo Javier R.V. Esta es la tercera condena por este delito en Ourense desde que el acoso insistente y reiterado irrumpió en la reforma del Código Penal de 2015. 

En este caso, el acusado, a quien se le imponen 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad -un año de prisión si no acepta la primera opción- sometió a un "incesante hostigamiento" a su expareja desde que en junio de 2017 esta última dio por finalizada la relación. El inculpado, según la sentencia, "realizó continuas visitas a su domicilio de O Carballiño, seguimientos a todas partes y llamadas telefónicas y mensajes de wasap". En un mes, realizó un total de 282 llamadas al móvil de la denunciante, con días de hasta 33 veces. Quería verla y recuperar la relación de pareja a toda costa. Hasta el punto en que "con frecuencia prácticamente diaria" acechaba a la víctima a la puerta de su casa con notas manuscritas depositadas en el portal y seguimientos.

El acoso llegó a su máximo apogeo cuando con motivo de una cena la siguió por varios pubs, también la adelantó en la autovía e irrumpió en el ascensor cuando regresaba a casa.

Alfredo Javier R.V. reconoció en el juicio casi todas esas acciones pero negó que su afán fuera perseguir, controlar o coaccionar a la denunciante. Llegó a justificar un día de más de 20 llamadas en que pensó que había tenido un accidente. En la sentencia, la jueza recuerda que "si el destinatario no coge el teléfono es precisamente porque no quiere cogerlo", aunque la insistencia también dejó huella en el número de mensajes. Todo ello evidencia, a juicio de la magistrada, que "realmente existía un cierto ánimo persecutorio". Recuerda que "si la otra parte no contesta a 30 llamadas o a seis mensajes un mismo día insistiendo en toma café es sencillamente porque no quiere hablar o porque no quiere tomar café".


Desasosiego


La jueza repara en el desasosiego que produjo este hostigamiento en la perjudicada, con llamadas continuas o a horas intempestivas. Sin olvidar, que el acusado también buscó la cercanía física de la víctima y la persiguió. El comportamiento acosador quedó acreditado, según la magistrada, en que contactó con personas cercanas a la denunciante para saber de ella. 

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