El sacerdote Antonio Fernández Blanco recuperará el ejercicio de sus labores pastorales, una vez que el Obispado de Ourense ha considerado validar la recepción -anteayer-de su renuncia como concejal del PSOE en la Corporación de A Gudiña, que había presentado ante la alcaldía de este municipio el pasado 15 de junio.
En una nota de prensa hecha pública ayer, los responsables del Obispado ourensano señalaron que Antonio Fernández Blanco 'ha enviado la noticia oficial de su renuncia' como concejal, por lo que está 'en comunicación personal con él' para estudiar 'las condiciones, el modo y el momento de su retorno al ejercicio del ministerio pastoral'.
Una renuncia que no será efectiva a nivel administrativo y jurídico hasta que la Corporación municipal de A Gudiña la ratifique en acuerdo plenario y éste sea remitido a la Junta Electoral Central, con el objetivo de anular la credencial de Fernández Blanco como concejal electo y expedir otra a favor del edil del PSOE que lo sustituya. La situación es de alivio para el sacerdote, que había sido suspendido por las autoridades diocesanas el pasado día 13 tras haber tomado posesión dos días antes como edil socialista en A Gudiña, pero los feligreses de las cuatro parroquias del municipio de Piñor en las que ejercía hasta ahora su labor pastoral se muestran precavidos.
MISAS
En este sentido, Modesto Gómez, portavoz de la plataforma vecinal creada en defensa del párroco, apuntó ayer que 'nós imos manter a nosa decisión de non acudir ás misas mentres don Antonio non regrese a Piñor, aínda que asumimos con ledicia que poda exercer de novo como sacerdote'. Así, si Fernández Blanco no comparece el próximo domingo para presidir los oficios litúrgicos en Carballeda, parroquia en la que desempeña su presbiterio junto a las de A Corna, Coiras y Torcela, los vecinos no entrarán en la iglesia, repitiendo la postura del día 19.
Este pasado domingo, unos 300 feligreses se concentraron en el atrio de la iglesia de Carballeda antes del horario previsto para la misa, las 10 de la mañana, y mantuvieron un enfrentamiento verbal con el vicario general de la Diócesis, José Estévez, que acudió a Piñor para encargarse personalmente de la liturgia en las cuatro parroquias. El propio Modesto Gómez le entregó un comunicado de la plataforma recién constituida y avalada con más de 500 firmas vecinales. En el escrito, se solicita el retorno de Antonio Fernández y se pide el acondicionamiento de la casa rectoral, ya que el sacerdote se ve obligado a pagar su residencia en un hostal de la localidad de O Reino. Los vecinos defienden que el cura, de 35 años y párroco en Piñor desde finales de 2009, nunca realizó ningún tipo de apología política en las parroquias. Además, destacan un incremento de la asistencia de feligreses, sobre todo jóvenes, a las misas 'de don Antonio', y la preocupación de éste por los más necesitados.
Una renuncia que no será efectiva a nivel administrativo y jurídico hasta que la Corporación municipal de A Gudiña la ratifique en acuerdo plenario y éste sea remitido a la Junta Electoral Central, con el objetivo de anular la credencial de Fernández Blanco como concejal electo y expedir otra a favor del edil del PSOE que lo sustituya. La situación es de alivio para el sacerdote, que había sido suspendido por las autoridades diocesanas el pasado día 13 tras haber tomado posesión dos días antes como edil socialista en A Gudiña, pero los feligreses de las cuatro parroquias del municipio de Piñor en las que ejercía hasta ahora su labor pastoral se muestran precavidos.
MISAS
En este sentido, Modesto Gómez, portavoz de la plataforma vecinal creada en defensa del párroco, apuntó ayer que 'nós imos manter a nosa decisión de non acudir ás misas mentres don Antonio non regrese a Piñor, aínda que asumimos con ledicia que poda exercer de novo como sacerdote'. Así, si Fernández Blanco no comparece el próximo domingo para presidir los oficios litúrgicos en Carballeda, parroquia en la que desempeña su presbiterio junto a las de A Corna, Coiras y Torcela, los vecinos no entrarán en la iglesia, repitiendo la postura del día 19.
Este pasado domingo, unos 300 feligreses se concentraron en el atrio de la iglesia de Carballeda antes del horario previsto para la misa, las 10 de la mañana, y mantuvieron un enfrentamiento verbal con el vicario general de la Diócesis, José Estévez, que acudió a Piñor para encargarse personalmente de la liturgia en las cuatro parroquias. El propio Modesto Gómez le entregó un comunicado de la plataforma recién constituida y avalada con más de 500 firmas vecinales. En el escrito, se solicita el retorno de Antonio Fernández y se pide el acondicionamiento de la casa rectoral, ya que el sacerdote se ve obligado a pagar su residencia en un hostal de la localidad de O Reino. Los vecinos defienden que el cura, de 35 años y párroco en Piñor desde finales de 2009, nunca realizó ningún tipo de apología política en las parroquias. Además, destacan un incremento de la asistencia de feligreses, sobre todo jóvenes, a las misas 'de don Antonio', y la preocupación de éste por los más necesitados.
