El Concello de Carballiño iniciará un expediente de expropiación sobre menos de un metro de terreno en una propiedad privada de la localidad de Bagarelas para poder concluir la dotación del servicio de alcantarillado a 10 casas que todavía no lo tienen.
El propietario se opone a que se instale la canalización para comunicar la red con la ya existente en la otra parte del pueblo, en donde funciona hace más de 25 años. Por entonces ya quedaron viviendas sin este servicio básico por la oposición de algunos vecinos a la instalación de las tuberías en sus fincas.
La familia de Javier Sousa es una de las 10 afectadas (tres de ellas residen todo el año en Bagarelas y las restantes en fines de semana y vacaciones), y asegura que se están utilizando antiguas fosas particulares que ya no tienen la suficiente capacidad por cuyo motivo varias viviendas están vertiendo aguas de pilones y otros usos en un regato. Javier Sousa declara que el mismo vecino que no permite continuar las obras “denunciounos á Confederación Hidrográfica e Seprona e tivemos que pagar unha sanción”.
Por ese motivo, la familia solicitó del Ayuntamiento de Carballiño que les permitiese construir una nueva fosa séptica con capacidad suficiente o que concluyese la conexión con la red de alcantarillado, cuyas obras se habían retomado en enero de 2019, y que fue necesario paralizar a raíz de la oposición del propietario de la finca, en donde se ocuparía un tramo, según esta familia, de apenas 60 centímetros.
Los afectados también se han dirigido a la Valedora do Pobo, que ha instado al Concello a solucionar el problema. La respuesta de la institución municipal fue que a la mayor brevedad posible se iniciará la redacción del proyecto de obra y se incoará el expediente para las actuaciones administrativas necesarias para la conexión con la red de alcantarillado. La concejala de Medio Rural, Rosa Fuentes, confirmaba que ya ha visitado la zona junto con los técnicos y que la solución más viable pasa por un proceso de expropiación aunque se trate de una franja de menos de un metro. Entre tanto, las familias afectadas siguen estando a la espera de una solución, denunciando incluso en una ocasión ante el Concello la rotura de tuberías.
