La Corporación municipal de San Amaro será la encargada de resolver el conflicto entre los vecinos de la localidad de Anllo y los propietarios de la antigua casa rectoral de la parroquia sobre la titularidad de una fuente y un lavadero que aquéllos aseguran son públicos. Tras la compra al Obispado del inmueble, la familia propietaria del mismo levantó un muro que impide el acceso al citado manantial.
El gobierno municipal de San Amaro decidió abrir un expediente de investigación, orientado a, “por unha banda, coñecer as alegacións que pode aportar cada unha das dúas partes e, por outro, solicitar os informes técnicos que sexan necesarios para obter máis datos sobre a historia da antiga rectoral e dos usos da fonte e do lavadoiro”, señala el alcalde, Fernando Rodríguez.
El objetivo final es poner a disposición del Concello un documento que contribuya a aclarar, de la forma más objetiva posible, la titularidad del espacio, “e será o pleno da Corporacion quén de decidir, en primeria instancia, sobre este conflicto de intereses, nunha sesión que prevemos convocar para o vindeiro mes de setembro, se ben logo tamén haberá un prazo de alegacións”, añade el regidor.
El enfrentamiento comenzó una vez que la familia que adquirió la rectoral hace dos años inició reformas en el edificio y cerró con un muro el acceso al manantial, defendiendo que éste pertenecía antiguamente a la casa parroquial, y que, además, en la escritura del Obispado no aparece como público. Por su parte, la asociación de vecinos de Anllo exigió al Concello que tomara medidas para restablecer dicho acceso y solicitó la incorporación de la fuente al inventario de bienes municipales.
