El historiador económico presentó las claves de la transformación de la sanidad sueca en las dos últimas décadas

Rojas: 'No podemos crear sistemas sanitarios que no resistan una crisis'

El vicesecretario del Colegio de Médicos de Ourense, José Luis López (izquierda), presentó al ponente, Mauricio Rojas.  (Foto: FOTOS: MARTIÑO PINAL)
Analizar la transformación del sistema sanitario de Suecia en los últimos 20 años fue el eje de la ponencia que ofreció ayer Mauricio Rojas, historiador económico sueco de origen chileno que, además, fue parlamentario en el citado país. Su intervención se produjo en el marco del Foro La Región, en el Centro Cultural de la Diputación, y fue presentada por el vicesecretario del Colegio de Médicos de Ourense, José Luis López.
El ponente recordó que Suecia sufrió una crisis muy traumática a principios de los años 90, que 'obligó a realizar reformas muy profundas' y, uno de los puntos clave fue el estado del bienestar, con el fin de lograr su sostenibilidad pero siempre defendiendo 'un sistema muy universal e igualitario'. De hecho, según expuso, una de las claves de éxito del proceso fue 'el amplio consenso político, siempre con algunas diferencias, pero marginales'.

Así, en el país nórdico se rompió el monopolio público y se pasó a un sistema de libertad de empresa, en el que los profesionales sanitarios (que no son funcionarios con puesto vitalicio) podían crear sus propias consultas. Además, al paciente se le otorgó libertad de elección de centro sanitario y la administración paga en función del número de usuarios, la misma cuantía a centros públicos que privados, lo que acaba penalizando a los que tienen menos enfermos. Además, se aplica el copago, que sólo supone entre un 2% y 3% del gasto total, pero fomenta un mejor uso de los servicios. El acceso es igualitario, independientemente de la situación económica, y universal para los residentes legales, según explicó el ponente. Otro de los cambios fue el aumento de la transparencia y de los mecanismos de reclamación, incluso por vía judicial.

Con respecto al sistema español, Mauricio Rojas consideró que, en general, tiene niveles bastante aceptables y, con menos gasto que otros países europeos, consigue un resultado más satisfactorio. Sin embargo, 'eso de que la sanidad española es la mejor del mundo es una exageración', apuntó, añadiendo que uno de los puntos más deficientes es la transparencia, información y derechos del paciente.

A su juicio, aunque el sistema español funcionó bien en bonanza, también existía un gran despilfarro, por lo que consideró que el contexto actual 'quizá nos ayude ser más cuidadosos' y tener en cuenta que 'no podemos crear sistemas que no sean sostenibles cuando hay una crisis', advirtiendo también que será el consenso y no 'el todos contra todos' el que ayude a dar con el mejor camino.

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