La Policía Local de Carballiño ha abierto una investigación para localizar a los autores de la sustracción de tapas de alcantarilla y cableado eléctrico durante la noche del pasado miércoles. En la mañanba de ayer, operarios municipales notaron la falta de hasta tres tapas de hierro forjado que cubrían salidas de la red de saneamiento en la avenida Alberte Vilanova, en las inmediaciones del Centro de Salud de la villa.
Por otra parte, los técnicos del Servicio de Electricidad del Concello también detectaron el robo de 800 metros de cable del alumbrado público en el parque empresarial de Seoane. Dado que este cableado de cobre, que es subterráneo y está conectado a las farolas del área industrial, posee cuatro hilos conductores, la longitud total sustraída supera los tres kilómetros de longitud, según apuntaron los propios técnicos.
Éstos recuerdan que no es la primera vez que desaparece este tipo de cable en Carballiño, ya que en el polígono industrial de A Uceira, que linda con el de Seoane, los ladrones ya se llevaron el pasado año unos 150 metros. Los robos también continuaron, en el mes de septiembre, en la propia nave que utiliza el Concello como almacén y garaje en la misma zona.
Además, también se registró un intento de sustracción del cableado del alumbrado público existente en el paseo de la avenida del Arenteiro, ya que las tapas del registro de las farolas allí instaladas aparecieron forzadas. En este caso, los trabajadores municipales no notaron la falta de material.
Éstos recuerdan que no es la primera vez que desaparece este tipo de cable en Carballiño, ya que en el polígono industrial de A Uceira, que linda con el de Seoane, los ladrones ya se llevaron el pasado año unos 150 metros. Los robos también continuaron, en el mes de septiembre, en la propia nave que utiliza el Concello como almacén y garaje en la misma zona.
Además, también se registró un intento de sustracción del cableado del alumbrado público existente en el paseo de la avenida del Arenteiro, ya que las tapas del registro de las farolas allí instaladas aparecieron forzadas. En este caso, los trabajadores municipales no notaron la falta de material.
