O CARBALLIÑO

Los vecinos de Carballiño piden medidas antibotellón

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photo_camera Dos mujeres atraviesan la Eira de Flores, zona donde se realiza el botellón.

La ausencia de legislación y la escasez de efectivos limita las actuaciones de la Policía Local 

Los vecinos del barrio de Flores, en Carballiño, reclaman medidas contundentes contra las asiduas celebraciones de botellón en este casco histórico de la villa, que les impide conciliar el sueño durante los fines de semana. Las concentraciones de jóvenes, durante las madrugadas de sábados y domingos, para charlar y consumir bebidas, suelen situarse en el entorno de la Eira de Flores, en la que todavía se conserva un antiguo hórreo, y, menos frecuentementes, junto a la fuente ubicada al fondo de este núcleo urbano, lindante con la parte trasera del Concello.

"Hai veces nas que se xuntan máis dun cento de rapaces e ademais do barullo que fan tamén falando e berrando, incluso traen aparatos de música", señala Marisa López, inquilina de uno de los edificios ubicados en las inmediaciones. En estas condiciones, "non podemos durmir ata que se van ás tres ou catro da mañá", tal y como apunta esta carballiñesa. José López, también vecino de la zona, recuerda que "aínda chamamos o pasado sábado á Policía Local, para que fosen ata alí, pero dixéronnos que non tiñan axentes de patrulla suficientes para acudir".


Escasa capacidad de respuesta


La falta de efectivos es precisamante uno de los argumentos que esgrime Francisco Valeiras, cabo jefe de la Policía Local, al justificar la escasa capacidad de repuesta ante el botellón. El máximo responsable de la seguridad urbana apunta, al respecto, que "unha patrulla de dous axentes é o único que temos durante as noites das fines de semana, e son moitas as saídas que teñen que facer e levantar os atestados correspondentes, non podemos atender todo". Sin embargo, Valeiras también pone de manifiesto que "nós tampouco podemos actuar contra o botellón porque hai un baleiro legal, non hai unha lexislación estatal ou autonómica que regule un procedemento que nos permite tomar medidas coercitivas ou sancionadoras contra a xente que o fai".

Desde el Concello, el concejal de Seguridad, Adolfo Nogueira, señala que"estamos á traballar para dotar á Policía Local de máis efectivos, a fin de mellorar o servizo e tentar paliar problemas coma é o botellón". Añade que "deste xeito, temos que conquerir o necesario equilibrio entre a diversión dos rapaces e o descanso dos veciños, nuna vila dinámica como é a nosa".


Numerosas incidencias en el último fin de semana


La única patrulla de la Policía Local que permanece de servicio durante los fines de semana se ve desbordada a la hora de atender los avisos de los vecinos. La celebración, en este último, de la tercera edición de la Feira Medieval, organizada por las concejalías de Cultura y Festexos, congregó a miles de personas desde el pasado viernes y hasta la noche del domingo.

Así, las incidencias fueron numerosas, como son los casos de un altercado en uno de los puestos ambulantes de la feria o de los desconocidos que se dedicaron a llamar a los timbres de un edificio en plena madrugada, y que fueron motivo de salida de la citada patrulla. "Pero foron tantas que é imposible para nós dar unha resposta a todas", indica Francisco Valeiras. Al respecto, ayer mostraba su malestar por no ser atendido un vecino de la avenida del Balneario, que se comunicó con la oficina policial para avisar de que un grupo de jóvenes, en estado ebrio, estaban golpeando vehículos estacionados delante del Auditorio de la villa.

El jefe de los policías locales comenta que "os veciños dispoñen da alternativa de chamar ó cuartel da Garda Civil, xa que sempre teñen patrullas en servizo". La incorporación de tres auxiliares durante estos meses de verano también contribuirá a reforzar las patrullas, si bien siempre deberán ir acompañados por un agente.

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