Los ladrones entraron en la gasolinera de Repsol de Ribadavia pero no pudieron llevarse la caja fuerte. Accedieron al interior abriendo un butrón en la pared pero se encontraron con que el cofre estaba enterrado y fijado al suelo. La estación de servicio está en la N-120 y el robo se produjo a las cuatro de la madrugada del lunes. Los autores abrieron un agujero en la pared para llevarse la caja.
Es imposible que la pudieran sacar porque está en el subterráneo, afirmó el dueño del negocio, que se personó de inmediato en el lugar. Saltó la alarma y escaparon, añadió.
