El IV Encontro de estas agrupaciones reunió a una docena de grupos, con más de 300 componentes
El sonido de la gaita tomó las calles de Ribadavia ayer por la mañana y complementaron la celebración de la Feira do Viño. Más de 300 gaiteiros, componentes de once bandas tomaron parte en el IV Encontro de Bandas de Gaitas que se hacía coincidir con el inicio del certamen ferial. A partir de las 11.00 horas las agrupaciones iniciaron el desfile por el largo trecho que separa el instituto de enseñanza secundaria ribadaviense hasta la Plaza Mayor, a lo largo de las calles Ribeiro y Progreso.
Abrían el desfile las bandas de A Carballeira y la agrupación de la Diputación provincial, y tras ellas, las once restantes: Tarazana, Preparatorio, Flariz, Virxe do Portal de Ribadavia, las de los ayuntamientos de Xunqueira de Ambía, Riós, Bande y Vilariño de Conso, la Real Banda Xuvenil y la agrupación invitada para esta ocasión, Devandoira de Lugo.
Las bandas arribaron a la Plaza Mayor a partir de las 12.00 horas y minutos después se iniciaba el Encontro en sí en la parte central de la plaza, acotada con vallas y cuyo entorno estaba abarrotado de personas que seguían las actuaciones, buscando las zonas de sombra, ya que el sol comenzaba a apretar con fuerza.
Cada actuación era premiada con fuertes aplausos, en tanto un jurado, formado por veteranos gaiteiros, calificaba cada actuación. "O encontro non é competitivo, senón instructivo e didáctico", señalaba Xosé Lois Foxo, director de la Escola Provincial de Gaitas, organizadora del evento junto con el Concello de Ribadavia. Al finalizar las intervenciones, cada agrupación recibió un diploma acreditativo de su participación, así como un informe elaborado por el jurado en el que se calificaba su actuación.
El colofón a este encuentro lo puso el homenaje que se rindió a Manuel Vázquez Gregorio, exdirector de la Banda Municipal "La Lira", de Ribadavia, cargo que ostentó a lo largo de 36 años, entre 1968 y 2004, época en la que vivió momentos de esplendor, según el mismo reconocía, pero en la que también sufrieron momentos muy difíciles, aunque con trabajo y tesón logró darle continuidad a uno de los estandartes culturales de Ribadavia, "La Lira".
