Persigue frenar la pérdida de población y la de superficie productiva, 100 hectáreas en 10 años
La Cooperativa Vitivinícola del Ribeiro trabaja en un programa encaminado a incrementar la producción y en consecuencia asentar población en esta Denominación de Origen. La actual directiva, presidida por Andrés Rodríguez Gómez, trasladará a la próxima asamblea general del mes de diciembre este proyecto, que consiste en financiar la ampliación de la superficie de viñedo a los socios y también a sus hijos, facilitando la adquisición de nuevas tierras, cuyo coste está valorado en tres euros el metro cuadrado, y también la inversión necesaria para poner en marcha la producción, en la que se requiere en torno a los 25.000 euros por hectárea.
El préstamo tendrá un interés mínimo y "como a Cooperativa ten un fin social os, catro primeiros anos, mentras non hai colleita, pagarán moi pouco ata que empece a producir", puntualizó Andrés Rodríguez.
En cuanto a la cuantía, matiza el presidente que estará en función del capital social de cada solicitante. "O capital social establecerá o máximo do préstamo, e a cooperativa minimiza o risco ca producción de uva que recolle do ano", añade.
Los técnicos ya han elaborado un censo y en estos momentos hay 40 personas interesadas en acogerse a este programa, con el que se persigue detener la pérdida de superficie en producción, que sólo en el caso de la Cooperativa Vitivinícola del Ribeiro ha alcanzado las 100 hectáreas en los últimos 10 años.
El plan consiste en lanzar cada año la oferta para la puesta en producción de un determinado número de hectáreas, que después se repartirá entre los solicitantes hasta un máximo de 5.000 metros cuadrados por socio.
Con esta medida, se persigue que los agricultores dispongan de la tierra suficiente para vivir de los viñedos y para ello se solventa el problema económico al que se enfrentaban para la puesta en valor de las tierras. Paralelamente, los responsables de la cooperativa están manteniendo reuniones con la Administración autonómica para buscar soluciones al minifundismo y poder así mecanizar el trabajo en las viñas.
