El Consello Regulador da Denominación de Orixe Ribeiro iniciará el próximo jueves el curso de formación para los aproximadamente 35 técnicos desempleados que serán contratados durante el tiempo que dure la vendimia para realizar los controles de entrada de la uva en las bodegas industriales.
Mientras el Consello se prepara para esta próxima campaña, que se pondrá en marcha a finales de este mes de septiembre, la mesa del vino para acordar un contrato homologado que garantice a los agricultores la adquisición de la producción y a unos precios previamente fijados, todavía no ha sido convocada por la Xunta, después del intento fallido de consenso durante la pasada primavera.
A estas alturas, únicamente la Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro tiene contrato homologado, en vigor desde el pasado año. El presidente, Manuel García Montero, declaró que 'nós propuxemos que as adegas asumiran o noso contrato, e ningunha o fixo, pedímoslle apoio ó Consello Regulador, e nada, e os sindicatos non fixeron nada durante todo o ano'. García Montero considera que 'o que está pasando na denominación nese aspecto é terrible', asegurando que a las bodegas no les interesa ofrecer garantías a los proveedores y que eso está influyendo negativamente a la hora de captar a los jóvenes para que trabajen las viñas. 'Tiveron todo o ano para reunirse e chegar a un acordo, pero vexo que o único que defende o Ribeiro é a cooperativa', señaló.
Mientras el nuevo presidente del Consello Regulador, Miguel Ángel Viso, se mostraba dispuesto a actuar como intermediario entre bodegueros y sindicatos para consensuar un contrato homologado, el responsable de organización de Unións Agrarias en Ourense, Carlos Basalo, se mostraba pesimista al respecto.
El sindicalista declaró que la Xunta aún no ha dado respuesta a su solicitud para que convoque la mesa del vino, pero que 'as adegas do Ribeiro siguen un sistema de negociación particular cos agricultores para conseguir a uva o máis barata posible, comprar onde poden e pagar cando queren', recordando que el último contrato estuvo en vigor en el 2010.
A estas alturas, únicamente la Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro tiene contrato homologado, en vigor desde el pasado año. El presidente, Manuel García Montero, declaró que 'nós propuxemos que as adegas asumiran o noso contrato, e ningunha o fixo, pedímoslle apoio ó Consello Regulador, e nada, e os sindicatos non fixeron nada durante todo o ano'. García Montero considera que 'o que está pasando na denominación nese aspecto é terrible', asegurando que a las bodegas no les interesa ofrecer garantías a los proveedores y que eso está influyendo negativamente a la hora de captar a los jóvenes para que trabajen las viñas. 'Tiveron todo o ano para reunirse e chegar a un acordo, pero vexo que o único que defende o Ribeiro é a cooperativa', señaló.
Mientras el nuevo presidente del Consello Regulador, Miguel Ángel Viso, se mostraba dispuesto a actuar como intermediario entre bodegueros y sindicatos para consensuar un contrato homologado, el responsable de organización de Unións Agrarias en Ourense, Carlos Basalo, se mostraba pesimista al respecto.
El sindicalista declaró que la Xunta aún no ha dado respuesta a su solicitud para que convoque la mesa del vino, pero que 'as adegas do Ribeiro siguen un sistema de negociación particular cos agricultores para conseguir a uva o máis barata posible, comprar onde poden e pagar cando queren', recordando que el último contrato estuvo en vigor en el 2010.
