Los 15 trabajadores de Ataúdes Chao Escudero de Ribadavia han instalado una carpa en el exterior de la fábrica para resguardarse del mal tiempo mientras dure la protesta reivindicativa de los salarios que les debe la empresa. Desde el pasado tres de abril se concentran cada día ante la nave de Valdepereira. Mientras, el Juzgado de Ribadavia procedió a archivar la denuncia presentada por los empresarios por un supuesto robo de herramientas en el interior de las instalaciones, tras el cese de la actividad.
El Juzgado de Instrucción de Ribadavia procedió a archivar la denuncia presentada por la dirección de la empresa Ataúdes Chao Escudero de Ribadavia por el supuesto robo de herramientas en el interior de la fábrica y a partir del cese de su actividad el pasado día tres de abril. Los propietarios habían avisado a la Guardia Civil, que había interrogado a los trabajadores, al mismo tiempo que hacía junto con la Policía Local de Ribadavia un inventario de la maquinaria y material allí almacenado.
La Federación de Construcción e Madeira de la CIG, una vez conocida la resolución del Juzgado, declaró que desta maneira queda demostrado que os traballadores foron acusados inxustamente, cando eran iles os que estaban a preocuparse por o seu coidado e mesmo pola producción da fábrica.
Durante la pasada semana, los 15 empleados recibían el certificado de despido de la empresa, por cuyo motivo, ya se encuentran inscritos en el paro. No obstante, todavía continúan acudiendo a la entrada de la fábrica, ahora ya no para vigilar las instalaciones porque ya está confirmado su cierre definitivo, pero sí para reivindicar los salarios pendientes, que corresponden a dos meses de sueldo y una paga extraordinaria.
Con tal motivo, y a la vista de las variaciones del tiempo, los manifestantes han instalado una carpa para cobijarse de la lluvia y el sol y con la intención de continuar la protesta en días sucesivos, a la espera de que los propietarios cumplan con el compromiso de abonarles la deuda una vez que cobren un envío de ataúdes a Madrid que tienen aún pendiente. Por otra parte, el Juzgado también tendrá que pronunciarse sobre la denuncia que habían tramitado los trabajadores contra los propietarios tras la retirada de ataúdes cuando ya había cesado la actividad de la fábrica. Los empresarios habían declarado que eran defectuosos.
Cierre
La pretendida venta resultó fallida Los trabajadores se habían encontrado el pasado tres de abril las puertas de la fábrica cerradas y a la Guardia Civil investigando la desaparición de herramientas, tras la denuncia presentada por la dirección. Desde ese momento, han estado realizando turnos para vigilar las instalaciones. Un intento de venta de la empresa abría nuevas esperanzas, no para que se reanudase la actividad, sino para cobrar los salarios atrasados. Sin embargo, el intento resultó fallido y los propietarios les facilitaban el acceso al paro durante la pasada semana con un certificado de despido. El Concello de Ribadavia mantuvo en su día un encuentro con la CIG y los afectados, a los que transmitió todo su apoyo e incluso les comunicó la posibilidad de entrar en contactos con otras empresas.
La Federación de Construcción e Madeira de la CIG, una vez conocida la resolución del Juzgado, declaró que desta maneira queda demostrado que os traballadores foron acusados inxustamente, cando eran iles os que estaban a preocuparse por o seu coidado e mesmo pola producción da fábrica.
Durante la pasada semana, los 15 empleados recibían el certificado de despido de la empresa, por cuyo motivo, ya se encuentran inscritos en el paro. No obstante, todavía continúan acudiendo a la entrada de la fábrica, ahora ya no para vigilar las instalaciones porque ya está confirmado su cierre definitivo, pero sí para reivindicar los salarios pendientes, que corresponden a dos meses de sueldo y una paga extraordinaria.
Con tal motivo, y a la vista de las variaciones del tiempo, los manifestantes han instalado una carpa para cobijarse de la lluvia y el sol y con la intención de continuar la protesta en días sucesivos, a la espera de que los propietarios cumplan con el compromiso de abonarles la deuda una vez que cobren un envío de ataúdes a Madrid que tienen aún pendiente. Por otra parte, el Juzgado también tendrá que pronunciarse sobre la denuncia que habían tramitado los trabajadores contra los propietarios tras la retirada de ataúdes cuando ya había cesado la actividad de la fábrica. Los empresarios habían declarado que eran defectuosos.
Cierre
La pretendida venta resultó fallida Los trabajadores se habían encontrado el pasado tres de abril las puertas de la fábrica cerradas y a la Guardia Civil investigando la desaparición de herramientas, tras la denuncia presentada por la dirección. Desde ese momento, han estado realizando turnos para vigilar las instalaciones. Un intento de venta de la empresa abría nuevas esperanzas, no para que se reanudase la actividad, sino para cobrar los salarios atrasados. Sin embargo, el intento resultó fallido y los propietarios les facilitaban el acceso al paro durante la pasada semana con un certificado de despido. El Concello de Ribadavia mantuvo en su día un encuentro con la CIG y los afectados, a los que transmitió todo su apoyo e incluso les comunicó la posibilidad de entrar en contactos con otras empresas.
