El Ministerio de Fomento prohibió el uso del terreno a raíz de la caída de varios restos de vehículos desde el viaducto, debido al riesgo que implica para los usuarios
Las autoridades municipales de Ribadavia intentan llegar a un acuerdo con la Diputación provincial y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para solucionar el problema surgido en relación al campo de fútbol de hierba artificial O Xestal, que no se puede utilizar en una superficie de 25 metros desde el viaducto de la autovía Rías Baixas. El Ministerio de Fomento prohibió el uso del terreno a raíz de la caída de varios restos de vehículos desde el viaducto, debido al riesgo que implica para los usuarios. El Concello de Ribadavia, teniendo en cuenta que fue la Confederación Hidrográfica la responsable de su construcción en torno al 2003 y que posteriormente en el 2011 se dotaba de hierba artificial, participando también la Diputación, considera que deben ser las tres instituciones conjuntamente quienes busquen una solución alternativa.
Así, el Ayuntamiento ya hizo una reclamación patrimonial en ambos organismos, lo que no impide que intente pactar con ellos una salida. Para ello se basa en el informe del secretario de la Diputación que considera a las tres instituciones responsables. El alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, espera que la Diputación asuma la parte económica que le corresponde y que supera los 300.000 euros, según la valoración de los técnicos, y también la Confederación Hidrográfica con una cantidad similar, mientras que al Concello le corresponderían 30.000 euros. El próximo martes, el regidor mantendrá una reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica con la intención de llegar a un acuerdo
