Las últimas cuatro analíticas del agua de Serantes garantizan que es apta para el consumo humano, por cuyo motivo la Consellería de Sanidade ha dado su autorización para que los vecinos utilicen la nueva captación.
El Concello de Leiro ejecutó un proyecto que consistió en realizar la conexión del depósito de esta localidad con el de Lebosende, tras comprobar que el agua estaba contaminada por arsénico. Aunque hace un mes que concluyeron las obras, los restos de arsénico perduraban en las instalaciones de abastecimiento hasta que finalmente ya se encuentran totalmente limpias, según indican las últimas analíticas, para ser utilizadas por los vecinos de Serantes.
La inversión rondó los 60.000 euros, de los que la Xunta aportó más de 48.000 euros y el Concello de Leiro participó con una aportación de más de 11.000 para costear la instalación eléctrica.
