EMPLEO

1.400 ourensanos prolongan su vida laboral por encima de los 65 años

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photo_camera Un grupo de personas mayores en el Parque de San Lázaro.

La cifra aumentó en 300 personas en un año, que buscan mejorar sus ingresos o porque están a gusto con su empleo

Retrasar el momento de la jubilación a pesar de haber cumplido ya los 65 años es una tendencia en alza en la provincia. En Ourense, un total de 1.400 personas de 65 o más años sigue de alta en la Seguridad Social. En algunos casos lo hacen porque se encuentran a gusto con la profesión que desempeñan y, en otros, por obligación como fue el caso de la ourensana Isabel Fraga, de 68 años.

“La razón primordial fue que no tenía los años cotizados para jubilarme. Por aquel entonces estaba muy contenta en la empresa donde trabajaba de agente comercial y luego surgió la posibilidad de crear nuestra propia cooperativa, QNecesitas, entre tres compañeras. Me gustó la idea y arrancamos”, indicó. "En principio, no cuento con jubilarme mientras yo pueda mantenerme y realizar los servicios que ofrecemos, como acompañar a un usuario en una salida al médico, por ejemplo”, añadió Fraga.

Seguir trabajando más allá de los 65 años es lo que hacen en la actualidad 1.400 ourensanos, de los que 1.000 son hombres y 400 mujeres, según los datos de la última Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística. Son 300 personas más que al término del segundo trimestre de 2015 aunque el mayor pico se registró en 2014, con 1.700 trabajadores ourensanos mayores de 65 que no se retiraron del mercado laboral. “En Ourense, entre 2010 e 2016 o número de ocupados maiores de 65 anos sitúase en torno aos 1.200. Non se observan diferenzas significativas salvo no 2014 cun importante incremento respecto á media en 500 personas e no 2016, en 200, polo que a serie é estable”, explica el profesor titular de Economía Aplicada en el Campus de Ourense, Alberto Vaquero. En 2015, 1.100 ourensanos mayores de 65 años continuaban en sus puestos de trabajo, de los que 700 eran mujeres. La presencia femenina también era mayor en el 2014, con 1.000 mujeres y 700 hombres que dilataron su jubilación, mientras que en la actualidad se registra una mayor incidencia masculina.

En cualquier caso, el comportamiento por sexo en su conjunto es similar situándose la media en 600 entre hombres y mujeres. “Hai que tomar estos cambios coa debida cautela xa que non se pode inferir científicamente nada deles. Poden ser debidos a calquera perturbación puntual e deducir algo deles é moi arriscado”, concluyó Vaquero.

En 2016, son necesarios 36 años cotizados para jubilarse a los 65

Antes de entrar en vigor el Real Decreto 5/2013, de 15 de marzo, de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo, la edad exigida para acceder a la jubilación era de 65 años.
Desde la aprobación de esta nueva ley, la edad se incrementa de forma gradual hasta llegar a los 67 años en el 2027. No obstante, también existe la posibilidad de jubilarse en esta fecha, en 2027, a los 65 siempre y cuando se acumulen 38 años y seis meses cotizados. De esta forma, la edad de jubilación y los períodos de cotización mínimos exigidos varían cada año de forma progresiva. 
En 2013, era necesario contar con 35 años y tres meses o más cotizados para poder jubilarse a los 65. Si no era el caso, los interesados tendrían que esperar a cumplir 65 años y un mes. La jubilación en 2016 será a los 65 años siempre y cuando se cotizaran 36 años o más. En caso contrario, la edad necesaria para descolgarse del trabajo serán los 65 años y cuatro meses. La ley recoge que en 2017 la jubilación será a los 65 años si se tienen cotizados a la Seguridad Social 36 años y tres meses. Si la situación del interado no es ésta; es decir, acumula menos de 36 años y tres meses, tendrá que jubilarse a los 65 años y cinco meses. En cualquier caso, la jubilación es un derecho del trabajador y no una obligación, excepto en algunos casos concretos. 
Por otro lado, la jubilación forzosa obligó al personal médico colgar la bata tras Sanidad rechazar las peticiones de prórroga hasta los 70 años que tradiconalmente se concedían a los médicos que así lo solicitaban. Una situación, la de flexibilizar la jubilación de los médicos, que ahora empieza a cambiar de tal forma como anunció el pasado mes de abril el jefe de la cartera gallega de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña. 

“Seguiré trabajando en la tienda hasta que Dios me dé salud"

María Teresa Domínguez Ordax lleva desde los 17 años, cuando quedó huérfana de padre, detrás del mostrador de su tienda de productos religiosos y souvenirs, Alemana, situada en la Plaza de Santa Eufemia. Tiene más que ganada la jubilación pero no se cansa de abrir las puertas de su establecimiento. “Seguiré trabajando hasta que Dios me de salud porque como dice el refrán, del cielo para abajo cada uno vive de su trabajo”, indicó Ordax, que prefiere no desvelar su edad. “Sigo aquí porque me gusta. Qué hago viendo la televisión si solo echan basura”, se pregunta. Cuando falleció su progenitor, acudía por las noches a clases de contabilidad y, con mucho esfuerzo, tiró para adelante con el negocio pero María Teresa Domínguez Ordax tiene también una faceta altruista. “Hace unos diez años hice la capilla de As Airas, en Toén, con limosnas de mis amistades”, añadió. 

“Arreglei a activa e alterno o traballo con media pensión"

El peluquero Manuel De La Torre González cumplió en febrero los 65 años pero no se planteó jubilarse. “Arreglei a activa, que é como así lle chaman, na Seguridad Social e alterno o traballo con media pensión que me dan", indica. “Seguirei traballando mentras a saúde me acompañe e os clientes me respeten”, añadió. Dice que lo hace con "máis ilusión se cadra que cando empecei". La suya es la peluquería más antigua de la ciudad. "Ten sobre uns noventa e pico de anos", matizó de la Torre. "Pola miña conta levo 43 anos. Collinlla aos antigos donos, que foron os meus antigos xefes. Empecei con 14 anos aquí de pinche e despois fun a mili durante tres anos. Daquela chamábase Peluquería Delfín", destacó. En el año 1974 se puso él al frente bajo el nombre Peluquería De La Torre. 

“Gustábame a profesión pero a nova lei obligoume a xubilarme"

El expediatra Javier Casares tiene 70 años y se jubiló hace tres pero no de forma voluntaria. "Tiven unha prórroga para poder seguir traballando ata os 70. Tíñaa concedida pero de pronto cambiu a lei e solo puiden seguir por encima dos 65 un ano e pico máis", indicó. "Coa nova normativa tiven que deixar de traballar. Isto pasoume a min e a moitos ", añadió.Trabajó durante toda su vida en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, entrando a formar parte de la institución en 1976. "Os primeiros momentos foron difíciles porque a min gustábame a profesión. Estaba de responsable  do servicio de neonatología e costoume deixar a profesión", destacó Casares. Se adaptó a su nueva situación y sigue activo, ligado a la vida cultural, como presidente del Liceo y de la Fundación Carlos Casares. 

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