Los ocho detenidos en Vigo por la EDOA de la Guardia Civil en un macrooperativo dirigido por el Juzgado de Instrucción 8 de esa ciudad, y que se saldó con una veintena de investigados en otros puntos de España y Portugal, negaron ayer cualquier vinculación con el tráfico de drogas. Cinco hombres y tres mujeres fueron los primeros en prestar declaración, contestando la mayoría solo a sus abogados, mientras que hoy lo harán otros siete, incluidos los detenidos en Verín.
El fiscal antidroga cree que hay indicios de que los arrestados formarían parte de un grupo organizado. En él estaría el propietario de una nave de fabricación de embarcaciones de Porriño, ya investigado en el pasado por una situación similar con conexiones con Cataluña, su socio en Portugal, así como el encargado del transporte y tres supuestos intermediarios en Ourense, así como otros dos en Toledo. Junto a ellos estarían los receptores en Andalucía.
Durante la investigación, se habría descubierto que las lanchas que se construían se trasladaban a Portugal, donde la legislación es más laxa con los requisitos que deben cumplir. En los registros, dos de ellos en Vigo, uno en Porriño, Verín, además de Toledo, Andalucía y Cataluña, los agentes habrían intervenido más de una decena de embarcaciones que no cumplirían con los cánones legales establecidos por lo que se sospecha que irían destinadas a transportar por vía marítima la droga