Ourense fue la provincia gallega que más hectáreas perdió en los incendios ocurridos a lo largo de 2020, un denominador común a lo largo de las décadas. En esta ocasión, concretamente el 90% de la superficie quemada se concentró en el sureste de la comunidad. Medio Rural registró un total de 601 incendios en la provincia que arrasaron con 13.066,2 hectáreas mientras que, en el resto de Galicia, ocurrieron 933 fuegos de consideración que se llevaron por delante las 1.739 hectáreas restantes. Durante los últimos diez años, el territorio ourensano representaba un 58% de la superficie quemada, una balanza que, como muestran los datos, se desequilibró considerablemente en 2020.
Pese a la pandemia y los planes de prevención, el año pasado se duplicaron los incendios respecto a 2019, se quemaron 7.970 hectáreas más y se perdió un 82,45% más que en 2018. Más allá de la frontera gallega, la provincia también presenta una cifra significativa: en 2020 ardió en Ourense un 25% del total nacional.
Para reducir los estragos, desde la Xunta marcan un doble objetivo: que los incendios superiores a las 25 hectáreas no rebasen el 2% del total y que los que se produzcan sean al menos en un 70% menores a una hectárea. En 2020 no fue posible que el porcentaje de grandes fuegos fuese menor al 2%, ya que supusieron un 4,30% del conjunto.
Fuego en primavera
Los datos de la última década alertan de la gran repetición de focos cuando finaliza el invierno y empieza la primavera, sobre todo durante el mes de abril. Además de la habitual temporada estival, que en cuestión de incendios empieza a finales de junio y termina la primera semana se octubre. Mientras que en Pontevedra y A Coruña el comienzo del verano es más brusco y el inicio de la temporada de incendios es más notorio, Ourense es la única provincia que durante agosto y septiembre la incidencia supera los 50 focos por semana.
En cuestión de horarios, es entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde cuando comienzan la mayoría de los incendios. Sin embargo, las horas que registran mayor peligrosidad por mayor acumulación son las que transcurren entre las 14,00 y las 22,00 horas.
Los grandes incendios
Los llamados “grandes incendios” son todos aquellos que arrasan una superficie mayor a 500 hectáreas. Por sus características dificultan gravemente la extinción, principalmente debido a la gran cantidad de recursos y tiempo que hay que movilizar para hacerles frente. En 2020, Ourense fue escenario de los ocho que superaron esa magnitud y en los últimos diez años, el 50% de todos los que afectaron a Galicia ocurrieron también en la provincia. Son la mitad de los ocurridos el último año a nivel nacional, siete de ellos se sucedieron de forma simultánea entre el 12 y el 15 de septiembre.
Las novedades de 2021: más cámaras y una base en Toén para más prevención
Para reducir la creciente incidencia de incendios forestales, el Plan de Prevención y Defensa de la Xunta propuso una serie de novedades. Se creará una unidad “de élite” desvinculada de las labores de extinción para determinar el origen de los incendios forestales. Junto a los investigadores, se establecerán 22 cámaras nuevas -con las ya existentes habrá un total de 142- que pretenden poder vigilar el 71% del territorio gallego. De estos, hasta el 40% estarán situados en Ourense.
Además, en Toén se creará un centro integral para conocer con anticipación los focos que se inicien en el sur de Ourense.
Para reducir la creciente incidencia de incendios forestales, el Plan de Prevención y Defensa de la Xunta propuso una serie de novedades. Se creará una unidad “de élite” desvinculada de las labores de extinción para determinar el origen de los incendios forestales. Junto a los investigadores, se establecerán 22 cámaras nuevas -con las ya existentes habrá un total de 142- que pretenden poder vigilar el 71% del territorio gallego. De estos, hasta el 40% estarán situados en Ourense.
Además, en Toén se creará un centro integral para conocer con anticipación los focos que se inicien en el sur de Ourense.
Para reducir la creciente incidencia de incendios forestales, el Plan de Prevención y Defensa de la Xunta propuso una serie de novedades. Se creará una unidad “de élite” desvinculada de las labores de extinción para determinar el origen de los incendios forestales. Junto a los investigadores, se establecerán 22 cámaras nuevas -con las ya existentes habrá un total de 142- que pretenden poder vigilar el 71% del territorio gallego. De estos, hasta el 40% estarán situados en Ourense.
Además, en Toén se creará un centro integral para conocer con anticipación los focos que se inicien en el sur de Ourense.
El objetivo general del Plan de Prevención y Defensa contra los incendios forestales en Galicia (Pladiga) es reducir al mínimo posible los daños ecológicos, económicos y sociales, en esta ocasión concretamente se pretende reducir la superficie quemada total con respecto a la media de los últimos diez años, es decir no superar los 513 incendios. El año pasado no se cumplió la marca establecida que era de 548 focos y ocurrieron 1.534.
Además, entre otras miras se estableció fomentar al máximo la colaboración de los vecinos o priorizar en todo caso que las llamas no amenacen a personas o sus bienes.
Las peores cifras de mortalidad se registraron en territorio ourensano
Los peores registros de mortalidad en incendios también constan en la provincia de Ourense. El pasado año, durante un incendio del 8 de agosto en la parroquia de Manín, en Lobios, dos pilotos de un hidroavión portugués fallecieron mientras realizaban labores de extinción. Cuando la aeronave trataba de ascender por una ladera del Xurés, los pilotos perdieron el control y se precipitaron al vacío. Además, las malas noticias se extienden también al número de heridos. Tres personas resultaron heridas de gravedad en incendios ocurridos en Cualedro y Vilar de Barrio.
