Los excesos de velocidad en la red viaria de la provincia preocupan. En lo que va de año, teniendo cuenta las infracciones detectadas y, que “sólo suponen la punta del iceberg”, asegura la Guardia Civil, se multó a una media de siete conductores al día. El pasado año fueron más, diez (3.653 denuncias administrativas). Así, en este primer trimestre del año se tramitaron 647 multas, con 641 afectados a los que se les retiró 1.498 puntos. Esta infracción es la que resta más detrae en el carné. Están catalogadas como infracciones graves o muy graves, sancionadas con multas de 100 a 600 euros y la pérdida de entre dos y seis puntos.
Asimismo, entre enero y marzo se detectaron en las carreteras otros cuatro excesos de velocidad pero delictivos: superiores en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 en interurbana. Los conductores implicados fueron puestos a disposición judicial. “Todos ellos personas relativamente jóvenes que no tienen la misma percepción del riesgo que conlleva la velocidad en caso de sufrir un accidente”, explican desde el Instituto Armado.
El Subsector de Tráfico hace un llamamiento a la prudencia en la conducción, ya que las consecuencias de las lesiones y daños sufridos en los siniestros viales son directamente proporcionales a la velocidad a la que circulan los vehículos implicados.
A 213 km/hora por la A-52, en Allariz, con un Skoda
Un conductor de Vigo de 37 años fue interceptado en la tarde del jueves a 213 kilómetros por hora cuando circulaba por la A-52 a su paso por Allariz. El denunciado iba a bordo de un Skoda Octavia cuando el radar instalado en un control le delató. Será juzgado por un delito contra la seguridad vial (tipificado en el artículo 379 del Código Penal) ya que superó en más de 80 km/hora la velocidad genérica de la autovía (no se pueden rebasar los 120 km/h). En el caso de que los excesos superen en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 en interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito y lo castiga con penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses con la opción de trabajos comunitarios de 31 a 90 días. En cualquier caso, la condena, que se puede reducir si se admite el delito, lleva pareja la privación del derecho de conducir.