ALTA VELOCIDAD

700 millones del AVE en Ourense están en manos del nuevo Gobierno

El cambiador de ancho de Taboadela ya está finalizado en lo que a obra civil se refiere.
photo_camera El cambiador de ancho de Taboadela ya está finalizado en lo que a obra civil se refiere.
La interinidad del actual Ejecutivo no afecta a las obras pendientes pero un cambio en Fomento podría desviar fondos

Las obras del AVE están atadas y bien atadas, en lo que se refiere a las que garantizan la llegada de los trenes a la estación de Ourense. Pero hay otras que todavía no están del todo aseguradas. Aunque resulte una paradoja, a las infraestructuras pendientes, cuyo importe asciende a unos setecientos millones de euros, les conviene más un gobierno en funciones que uno efectivo en el que se produzcan cambios substanciales en el Ministerio de Fomento que modifiquen la actual voluntad de apostar por la finalización de aquellas otras obras cuyo desarrollo no condiciona la llegada del tren, como es la estación intermodal de Ourense, la variante exterior y el desdoblamiento de la vía única entre Pedralba de la Pradería y Vilavella, con la adaptación del antiguo túnel del Padornelo como obra más costosa.

¿Por qué no le afectaría un gobierno en funciones, que no puede aprobar los presupuestos generales del Estado? En el caso de las obras pendientes, su ejecución presupuestaria ya no depende de si hay o no presupuestos efectivos o prorrogados, porque es el Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias, el Adif, quien asume la mayor parte de esas inversiones. Por otra parte, la dirección ejecutiva del Adif, al igual que la de Renfe no están en funciones, ya que tras unas elecciones generales, según la ley 50/1997 del Gobierno, la interinidad afecta al presidente, los vicepresidentes y los ministros del gabinete, pero no a los cargos públicos de segundo nivel ni a los presidentes de las empresas públicas y entidades públicas, como son el Adif y Renfe. En esta situación, la presidencia del Adif no se ve afectada por ninguna limitación, al igual que sucede con el operador ferroviario. 

A la línea gallega de alta velocidad le quedan pendientes, actualmente tres grandes infraestructuras: primero, la construcción de la nueva estación intermodal, la pasarela peatonal, la cubierta y el vial de conexión sobre la playa de vías, que con todos los contratos adicionales se acerca a los 110 millones de euros; en segundo lugar, la variante exterior, cuyos contratos ascienden a 475 millones de euros; en tercero, la adaptación del túnel del Padornelo (100 millones de euros) y la vía izquierda entre Pedralba y el PAET de Vilavella.   En lo que concierne a las dos primeras, Fomento y Adif habían asegurado que antes de finalizar el segundo semestre estarían publicadas las licitaciones de sus primeros contratos en el perfil del contratante del Adif. El semestre se acaba dentro de 36 días y no hay noticias de esos contratos.

Un cambio de gobierno podría suponer, igualmente el cambio en las cúpulas de las empresas públicas. Si atendemos a lo sucedido hasta la fecha, podríamos decir que es lo normal. Y eso sí podría afectar a la continuidad de algunas obras que fuera de Ourense son consideradas como "prescindibles", como es el caso de la variante exterior. El AVE gallego nunca tuvo como hasta ahora, unos valedores tan decididos a apostar por él, como la presidenta del Adif  Isabel Pardo de Vera y su segundo a bordo, Juan Pablo Villanueva, que vivieron el desarrollo de la infraestructura desde el comienzo de la línea con el tramo Ourense-Santiago.

Ni tampoco en Renfe, como es el caso del director general de operaciones, José Luis Cachafeiro (monfortino de nacimiento y con muchos vínculos con Ourense), quien ha empeñado su palabra en garantizar que los trenes AVRIL serán destinados en número suficiente para cubrir los servicios de alta velocidad a Galicia.


La variante exterior, una inversión muy vulnerable


El contexto que se abrecon la constitución de un nuevo Gobierno, para el que harán falta acuerdos con grupos de distintos territorios, es muy complejo: una economía que se ralentiza. Por otro, cinco líneas de alta velocidad en construcción. Si no se licitan las obras pendientes en Ourense de forma inminente, es posible que alguna quede relegada. La variante exterior es la más vulnerable por ser la más costosa y tiene como alternativa la solución provisional, el pasillo de la vergüenza, que podría prologar su uso muchos años. 


Los  principales valedores de Galicia en Fomento


Isabel Pardo de Vera fue la artífice del cambio en el ritmo de las obras del AVE. José Luis Cachafeiro defiende el uso en Galicia de los AVRIL, trenes de ultimísima generación. Ambos son los principales valedores para que el proyecto más esperado llegue a buen fin de manera satisfactoria. Pero solo tienen garantizada su continuidad en sus respectivos cargos hasta el mes de enero.

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