Coronavirus en Ourense

88 días de lucha contra el covid dan sus frutos

Manuel Vázquez, paciente ingresado en el CHUO, salió ayer de la UCI después de más de tres meses de batalla contra el coronavirus. "Mi padre está deseando volver a casa, y comerse un buen churrasco con la familia", comentaba su hija Patricia

El CHUO recibió este viernes una gran noticia. Manuel Vázquez, ourensano de 71 años, salió de la unidad de cuidados intensivos, después de permanecer 88 días ingresado luchando contra el coronavirus. El paciente continúa ahora su recuperación en planta, tras casi tres meses aislado, en lo que supone "un nuevo capítulo de esta travesía", explicaba Patricia, su hija, la cual lleva a su lado, junto con el resto de su familia, desde su diagnóstico el pasado 24 de marzo. "Mis padres llegaron cansados de un viaje a Benidorm. Al día siguiente, mi padre seguía igual, y empezó a toser de la forma característica en la que lo hacen los afectados", explica Patricia, la cual, gracias a su trabajo como técnico del 061, pudo identificar rápidamente de qué se trataba la dolencia de  Manuel.

"Por suerte, aquí en Galicia ya había protocolos, y estaban todos los medios de emergencias prevenidos ante esto", aclara la hija.

Manuel, ya en planta, se levanta mientras es atendido por una sanitaria del CHUO.

Destaca, además, la lucha, el cariño y la empatía que sus compañeros de cuidados intensivos pusieron tanto en su padre, como en su familia y en el resto de pacientes que ingresaron durante los sucesivos meses.

Sobre cómo llevaron sus allegados el proceso, Patricia confiesa que pasaron por varias fases: "Al principio lo vives con rabia, te preguntas por qué a ti. Después viene el miedo, el pánico... Dejas de contar los días. Te reprochas el no haber podido hacer más. Afortunadamente, ahora tenemos un camino a seguir por delante. Otras familias no pueden decir lo mismo."

Manuel continúa su recuperación en el CHUO, donde empieza a retomar las rutinas que tenía antes de que el virus se las arrebatase durante más de tres meses.

Su hija lo ve "más animado" y asimilando todo lo que acaba de suceder: "No sabemos todavía las secuelas que pueden quedarle, pero ya no hay prisa. Queda mucho por hacer, pero lo peor ya ha pasado. Mi padre está deseando volver a casa, y comerse un churrasco con la familia", dice la técnico.

A través de esta experiencia, Patricia asegura que ha aprendido mucho: "No he pasado por nada semejante, y me ha cambiado como persona. Ojalá la gente se conciencie de que la normalidad sigue muy lejos todavía, y hay que cuidarse y cuidar a los demás mientras dure".

Te puede interesar