Las predicciones apuntan a más precipitaciones este mes y con temperaturas inferiores a lo habitual
"Será un abril de aguas mil". Con estas palabras avanzó el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), Francisco Marín, las previsiones que maneja el organismo de cuenca para el mes ya en curso. La tendencia vivida en marzo, cuando llovió 26 de los 31 días del mes, continuará. Este mes seguirá lloviendo con mucha asiduidad e incluso por encima de la normalidad, mientras que más a largo plazo, en mayo, las predicciones indican una vuelta a la normalidad del régimen de lluvias.
La tónica vivida en el último año, con meses extremadamente secos y otros extraordinariamente húmedos va a ser habitual, por lo que las administraciones tendrán que estar atentos de cara al futuro. Y la sequía ya no parece entender de estacionalidad, sino que se podría dar en cualquier momento.
Con todo, Marín llamó la atención sobre "la irregularidad" del año hidrológico vivido, puesto que tras dos meses secos en octubre y noviembre, luego ha caído "el diluvio universal" en marzo. Las predicciones de la Aemet coinciden con las que maneja la CHMS. Será un "abril lluvioso". Las predicciones no permiten hablar de mejoría y "parece que es probable que siga la inestabilidad generalizada aunque con menor probabilidad de precipitación", de cara a la segunda quincena de este mes. No obstante, la Aemet incidió en que "no se puede hablar de clara mejoría en ninguna zona".
En resumen, se atisba una primera quincena de abril y lluviosa y con temperaturas "más frías de lo normal", mientras que de cara a la segunda quincena, aun con inestabilidad, los termómetros irán remontando y las precipitaciones serán menos frecuentes.
Vuelven las lluvias
Las lluvias regresaron de nuevo ayer a la provincia de Ourense y se instalarán durante todo el fin de semana. Podrán venir acompañadas de tormentas ocasionales en la mayor parte de la provincia. El tiempo volverá a ser lluvioso y fresco y las temperaturas caerán por debajo de lo normal en esta época del año. De hecho, el bajón térmico empezó a notarse con fuerza ya ayer.
La temperatura máxima se registró en Vilamartín de Valdeorras, donde se alcanzaron 17,3 grados centígrados. También en Rubiá se alcanzaron cifras semejantes, con hata 16,6 grados centígrados.
Por su parte, las temperaturas mínimas se concentraron en el sur de la provincia. En Verín se situó en 2,2 grados y en Calvos de Randín en 3.3 grados centígrados.
En cuanto a las lluvias, la Baixa Limia volvió a ser la más afectada en el día de ayer. En Entrimo se sobrepasaron los 24 litros por metro curadrado, y también en Lobios y en el Xurés se superaron los 20 l/m2. En la ciudad, se recogieron más de 18 litros por metro cuadrado.
