La jueza sustituta del Penal 1 no creyó a Joaquín P.F. (63 años) cuando negó categóricamente que hubiese entrado en plena madrugada a la casa de una vecina de Verín de 89 años que vive sola y quien aseguraba que la atacó en medio del pasillo cuando el ruido la despertó a las 3.45 horas del 12 de enero de 2020. Pero lo absuelve de agresión sexual porque “no consta acreditado que el acusado le tocase los pechos e intentase meter su mano en el interior del pijama”. La sentencia le impone una multa de 600 euros por un delito leve de lesiones ya que sí da por acreditado que Joaquín se abalanzó sobre ella, la sujetó por el hombro y el brazo y la tiró al suelo”. La anciana sufrió contusión costal y en el hombro a consecuencia de la caída. La damnificada reconoció el inculpado en el juicio “de forma rotunda y contundente”. Además, no podrá acercarse a ella durante seis meses, con una distancia de seguridad de 500 metros.
La sentencia que le absuelve de agresión sexual se asienta en la declaración prestada por la víctima en el juicio. Aseguró que el inculpado se abalanzó sobre ella, pero que no le tocó sus partes íntimas “porque ella empezó a gritar y ante eso salió corriendo”.
La perjudicada, en la declaración durante la instrucción, aseguró que mientras ella estaba en el suelo le tocó los pechos y que vio su mano en la parte trasera del pantalón del pijama. Pero la jueza asegura que “ello no es suficiente para una sentencia de carácter condenatorio toda vez que al no solicitarse la lectura de la misma se podría vulnerar el derecho de defensa y el principio de contradicción que asiste al acusado”. Ni la fiscal ni la acusación particular lo reclamaron.
El fallo no pasa por alto que la mujer es una persona de edad avanzada y que el transcurso del tiempo desde que sucedieron los hechos en enero de 2020 hasta la fecha del juicio puede influir en sus recuerdos. Ahora bien, añade que “la víctima fue contundente al contestar a las preguntas realizadas por videoconferencia desde los juzgados de Verín”. No titubeó ni vaciló a la hora de afirmar que “el acusado no le tocó los pechos”.
