La Audiencia de Ourense absolvió a la abogada Josefa González Álvarez, enjuiciada el pasado 7 de junio por apropiarse, según sostenía el fiscal, de la pensión alimenticia de la hija de una clienta con el supuesto fin de cobrarse sus honorarios.
El tribunal que la enjuició sostiene en el fallo que 'la conjunta ponderación de los medios de prueba practicados en el juicio no permiten amparar la satisfacción de la pretensión punitiva del ministerio fiscal', tanto por el delito de apropiación indebida -por el que pedía tres años de cárcel-, como, alternativamente, por el de deslealtad profesional por los que la acusó.
La sentencia es el resultado de la denuncia presentada por S.M.V., quien indicó en la vista oral que se querelló contra la letrada por cobrar los honorarios correspondientes a varios procesos judiciales a través de las cantidades embargadas a su exmarido para el pago de la pensión alimenticia de la hija de ambos. Durante el juicio, la abogada sostuvo haber cobrado el dinero conforme a lo pactado con su clienta, pese a que no había acuerdo escrito alguno. En referencia a este último extremo, la sentencia considera que todo lo explicado en el plenario 'no permite descartar' la existencia de un acuerdo verbal para que el pago de las minutas se hiciese de esa forma.
El fallo alude a la 'singularidad' de las relaciones entre S.M. y su letrada. En este sentido, el tribunal argumenta la existencia de una 'indudable' alteración del régimen de asistencia profesional, pues la abogada procesada pasó, a lo largo de la relación con su clienta, de letrada de oficio a abogada de pago, dado que medió en numerosos procesos judiciales de S.M.V.
La absolución responde a la 'posibilidad cabal' de que existiese un pacto verbal entre la denunciante y la acusada, lo que genera, reza la sentencia, 'duda razonable sobre el propósito doloso de la acusada que impide que se dicte sentencia condenatoria'.
La sentencia es el resultado de la denuncia presentada por S.M.V., quien indicó en la vista oral que se querelló contra la letrada por cobrar los honorarios correspondientes a varios procesos judiciales a través de las cantidades embargadas a su exmarido para el pago de la pensión alimenticia de la hija de ambos. Durante el juicio, la abogada sostuvo haber cobrado el dinero conforme a lo pactado con su clienta, pese a que no había acuerdo escrito alguno. En referencia a este último extremo, la sentencia considera que todo lo explicado en el plenario 'no permite descartar' la existencia de un acuerdo verbal para que el pago de las minutas se hiciese de esa forma.
El fallo alude a la 'singularidad' de las relaciones entre S.M. y su letrada. En este sentido, el tribunal argumenta la existencia de una 'indudable' alteración del régimen de asistencia profesional, pues la abogada procesada pasó, a lo largo de la relación con su clienta, de letrada de oficio a abogada de pago, dado que medió en numerosos procesos judiciales de S.M.V.
La absolución responde a la 'posibilidad cabal' de que existiese un pacto verbal entre la denunciante y la acusada, lo que genera, reza la sentencia, 'duda razonable sobre el propósito doloso de la acusada que impide que se dicte sentencia condenatoria'.
