TRIBUNALES / OURENSE

A juicio por dejar tuerto a un joven al agredirle con un vaso

Ourense. 04-06-15. Sucesos. Xuizo na audiencia por lesións.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera La acusada, este jueves en la Audiencia provincial. (XESÚS FARIÑAS)

La inculpada, para la que el fiscal reclama seis años de prisión, estaba bailando con unas amigas 

Olalla Serantes, de 26 años, aseguró ayer en el juicio que se siguió contra ella en la Audiencia de Ourense que no pretendía "quitarle la vista" al joven que, según ella, intentó agredirla en la madrugada del 5 de octubre de 2013 en una discoteca de la ciudad. La acusada golpeó con un vaso de cristal a J.A.P. , provocándole la pérdida de visión del ojo derecho.

La joven alegó defensa propia tras asegurar que intentó defenderse del perjudicado, a quien acusó de levantar la mano con ánimo de agredirla. La defensa sostiene que tanto la víctima como un amigo suyo se dirigieron a esta joven y a sus amigas, mostrando una "actitud intimidatoria" e "insultándolas", con palabras como "gordas", "putas" y "frescas". En ese momento, según la inculpada, en un intento de apartarle "reaccionó de forma instintiva" y le lanzó el vaso que tenía en la mano para defenderse.

El fiscal reclamó seis años de prisión para la joven por un delito de lesiones agravado, ya que le causó la pérdida de visión del ojo al que alcanzó el vaso, sin posibilidad de corrección con gafas o cirugía. El Ministerio Público solicita además que lo indemnice con algo más de 100.000 euros.

Según la defensa, lo ocurrido se debería encuadrar como un accidente "fortuito con graves consecuencias, pero no en un hecho agravado con intención de agredir". Para ello, se sustentó en "las contradicciones" por parte de los dos jóvenes en su declaración.

Por el contrario, las acusaciones se centraron en el daño que sufrió la víctima. También hicieron alusión al comportamiento de la acusada, que "no fue de auxilio". "Su única preocupación fue abandonar cuanto antes el lugar", recalcó el fiscal. En esta línea, la acusación particular apuntó que no es necesario el dolo directo, dada la gravedad de las heridas infligidas por la acusada. "Es suficiente que el resultado sea el previsible de la agresión".

Durante el juicio, una oculista explicó que sólo "un golpe con mucha intensidad" pudo "perforar" de esa manera el ojo".

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