Acusado de blanqueo un joven en Ourense: “Pensé que era legal, soy una víctima”

Martín G.P. durante el juicio en el Penal 1 de Ourense.
photo_camera Martín G.P. durante el juicio en el Penal 1 de Ourense.
El imputado supuestamente ayudó a cambiar bitcoins por euros con su propia cuenta bancaria 

Martín G.P., acusado de un delito de blanqueo de capitales imprudente, asegura ser víctima de un engaño. Ayer se sentó en el banquillo del Penal 1 de Ourense  para declarar. Tras él, entraron sus amigos, uno a uno, como testigos de los hechos y con sus propias causas penales abiertas por el mismo motivo.

Según relató el imputado, en febrero de 2020 se encontraba en un momento “frágil”. Tenía 19 años, se había peleado con sus padres y  apenas contaba con experiencia laboral -únicamente algunas labores de limpieza en la empresa familiar-. Un amigo le ofreció ser “bróker” de criptomonedas a través de una “organización”, es decir, convertirse en intermediario en la venta de bitcoins. Utilizando su nombre, una tarjeta y una cuenta bancaria propia, los cabecillas vendían la moneda online. Ellos, los chavales, supuestamente recibirían una comisión una vez conseguidos los euros. 

El día 6 de febrero, Martín G.P. se abrió una cuenta bancaria. Según su versión, al poco tiempo le llamó un hombre de Vigo y le envió un billete de tren para llegar allí y después a Madrid. En la capital, supuestamente, cobraría una comisión de 3.000 euros

A su llegada, lo llevaron a una pensión donde conoció a una persona apodada como Prince. Según el imputado, este le indicó que tendría que ir a retirar dinero de un cajero con la tarjeta que se había hecho previamente a su nombre. “Me pareció raro, pero me amenazaron con hacerle algo a mi familia. Fui coaccionado”, declaró. 

Aunque el primer intento no dio frutos,  las siguientes ocasiones funcionaron. Martín G.P. aseguró haber sacado dinero en varios cajeros -durante toda una semana- para entregárselo a Prince. “Había dos hombres vigilándome en todo momento y me decían que más gente observaba aunque yo no los viese”, explicó. 

Uno de los testigos, amigo del acusado, declaró además que tampoco los dejaban ir a comer solos, sino que estaban acompañados por estos hombres en todo momento. 

Los hechos ocurrieron a principios de febrero y  en agosto llegó la denuncia a los implicados. “No me imaginé que fuese nada ilegal, me enteré de todo cuando me detuvieron”, señaló el acusado. 

Por otra parte, aseguró que su situación económica nunca cambió porque no cobraron las comisiones. Sí lo hizo, según su declaración, su estado de salud: “Estuve hospitalizado, yendo al psiquiatra, con ataques de ansiedad y medicación crónica”, indicó. 

6.000 euros

Tras el juicio, la Fiscalía rebajó la pena inicial de 10.000 a 6.000 euros. Afirman que se trata de un delito de blanqueo de capital imprudente y que en la declaración de Martín C.P. “hay cierta pobreza en su exculpación”. La Fiscal indicó que “aunque en un primer momento cree que es una acción legal, él mismo relata que cuando sufre coacciones llegó a sospechar de la rareza del asunto”.

Por su parte, la defensa solicitó su absolución: “Hay que tener en cuenta la capacidad de la persona para entender que está en una situación ilegal. No quedó probado que tuviese conocimiento del origen ilícito del negocio”, afirma. También añadió que, en caso de ser condenado, se aplique la atenuante de dilaciones indebidas, por la tardanza en la celebración del juicio. En su alegato final, el acusado se reafirmó como víctima, asegurando que pensaba que era todo legal. 

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