Acusado de destruir un piso en Ourense: “Como si pasase un tsunami”

La comunidad de propietarios del número 24 de la calle Sáenz Díez temen lo peor con el único inquilino del edificio, que vive en el primero, aunque el contrato de alquiler está a nombre de la madre. Ayer lo acusaron de destrozar el segundo piso, hasta el punto en que cuando entró el perito quedó impresionado: “Era como si hubiese pasado un tsunami”. Las paredes habían sido picadas, ya no había cañerías en la casa, se había retirado la bañera y extraído la cocina de hierro encastrada en la pared. Además, de la huella imborrable en los escalones del inmueble a consecuencia del arrastre. En total, 9.307 euros en desperfectos. La fiscal y los dueños del inmueble acusaron ayer en el Penal 2 al inquilino del primero, Benjamín R.B. Según dijeron los últimos, desde que se fue su madre nonagenaria a vivir a otra ciudad, está descontrolado. En el piso que habita ocurrió “tras el expolio de diciembre de 2021”, un incendio y, según recordó este testigo, “en casa tiene bombonas de gas y es un peligro cómo se comporta”. El inculpado, que no compareció al juicio, según destacó su abogada, no fue visto por nadie cuando se produjo el saqueo. “No tiene por qué ser él, ni tan siquiera residir en ese momento en la casa, porque la arrendataria es su madre”, explicó. Y hasta matizó: “Él no es el garante de lo que sucede en el edificio”. Además, recordó que la puerta solía quedar abierta. "El cuadro de la Santa Cena se movió" Las acusaciones echaron mano del vecino del inmueble contiguo y las leyes no escritas de la asimilación. Pese a un muro de perpiaño de 15 centímetros de grosor, se enteró de lo que pasaba al otro lado. “Estaba comiendo con mi madre y el cuadro de la ”Santa Cena de Jesús” se movió “. También puntualizó que en abril escuchó en horario nocturno golpes con una maza y que al decir ”Benjamín, para” a través del patio de luz, se dejaron de oír los ruidos. “En 2021 yo no lo vi pero actúa de forma reiterativa, por eso pienso que es él”. La acusación particular sostiene “hay indicios aplastantes” para una condena, pese a que “no se le cogiera con las manos en la masa”. La abogada aseguró que, más allá de una acusación por daños, el problema “es social”. La fiscal y la comunidad de propietarios reclaman una pena multa. En el caso de la Fiscalía, 12 meses a razón de 10 euros al día. “Es necesaria una sanción para que este señor no siga por ese camino”, destacó la letrada de la acusación particular.