La víctima ingresó 143.000 euros en varias cuentas para cobrar un premio inexistente de lotería

Un acusado de estafar a un emigrante por internet alega carecer de nociones informáticas

El acusado, de pie, comunica al tribunal su decisión de  no declarar.
Un hombre fue juzgado ayer como presunto autor de un delito de estafa (contrabando y falsedad documental, según la abogada del Estado) por, supuestamente, haber hecho creer a un emigrante ourensano en Estados Unidos que le habían tocado 1,5 millones de euros en la lotería ’El Gordo Spanish Lottery Company S.L.’, de forma que el perjudicado ingresó 143.750 euros para poder cobrar el premio. El fiscal y el denunciante reclaman cuatro años y medio de prisión para él y su defensa, la absolución.
James Denis y Daniel Garweih eran los titulares de las cuentas bancarias en las que un emigrante de Cortegada ingresó 143.750 euros que él creía eran para tramitar un premio de lotería (a la que él había jugado por internet en noviembre de 2003) por valor de 1,5 millones de euros. La sección segunda de la Audiencia acogía el juicio contra Pedro Patrik, la persona a la que las acusaciones señalan como presunto autor de un delito de estafa y que, según ellas, empleaba otras dos identidades.

En el juicio, en el que no compareció el denunciante, declararon por videoconferencia varios empleados de tres entidades bancarias de Valencia, que reconocieron al acusado como la persona que manejaba las cuentas en las que el denunciante ingresó el dinero. ’Abrió una cuenta a nombre de Daniel Garweih, presentó el pasaporte y me pareció que su foto no coincidía exactamente con la cara. Me comentó que sus amistades lo llamaban Pedro’, explicó una de las empleadas.

La defensa del acusado, que solicita su absolución, alegó que ’no existe prueba de cargo’ contra él. Se basa en la ausencia del denunciante, y también en que no se realizó una rueda de reconocimiento para identificar al imputado; así como que ’no se realizó ninguna investigación más que detenerlo’. El propio inculpado, quien no quiso declarar, aseguró al término del juicio que no sabía nada de ordenadores.

El fiscal y la acusación particular imputan a Pedro Patrik un delito de estafa por el que piden cuatro años y medio de prisión, así como la devolución del dinero al perjudicado. Mientras, la abogada del Estado califica los hechos de un delito de contrabando, ’dado que vender boletos es un monopolio del Estado y sólo se puede hacer con su autorización’ y de un delito de falsedad documental por los que pide un total de cuatro años de cárcel.


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