El inculpado, que está en prisión desde hace un año, alarmó a los vecinos de Terroso, en Vilardevós
Emilio F.A., de 39 años, seguirá en prisión hasta que el día 22 de enero se siente en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2, acusado de una oleada incendiaria entre septiembre y diciembre de 2016 que causó gran alarma social entre los vecinos de una pequeña localidad de Vilardevós. Está acusado de quemar alpacas de hierba pero también de prender fuego en alpendres y naves agrícolas de Terroso, de donde, si prospera la pena de la fiscal, podría quedar desterrado durante un largo periodo de tiempo.
En un primer momento, el Juzgado de Instrucción número 1 de Verín le impuso la prohibición de acercarse a los cuatro vecinos a los que supuestamente incendió sus propiedades, pero finalmente lo envió a prisión cuando, transcurridas tres semanas, fue sorprendido quitando tejas del tejado de uno de los denunciantes para acceder al interior de la nave, con una botella de aceite entre sus pertenencias.
La jueza del Penal 2 le acaba de prorrogar la prisión provisional en tanto que, según considera, persiste el riesgo de fuga, a tenor de las penas solicitadas, así como el riesgo de reiteración delictiva.
El ministerio fiscal lo acusa de tres infracciones penales: un delito continuado de incendio, daños y quebrantamiento de medida cautelar, por los que reclama tres años de prisión y 40 meses de multa a razón de 12 euros al día. La misma petición incluye el destierro del pueblo así como acercarse a menos de 500 metros de los perjudicados durante seis años.
El inculpado debe responder en el juicio de dañar la cerradura de la puerta de un vecino, no llegando a entrar, y justo enfrente de esa casa, la quema de 60 alpacas de hierba depositadas al aire libre en el inmueble que utilizaba como cuadra. Según la fiscal, al día siguiente regresó para prender fuego a 30 alpacas más, imputándole también la quema de 40 rollos de hierba el 10 de septiembre y la hierba de la cuadra el 11 de octubre.
Asimismo, le atribuye la autoría del incendio de un alpendre/pajar en el que había depositadas 300 alpacas, provocando importantes desperfectos. Ocurrió el 9 de diciembre de 2016 a las 23,00 horas, y la tasación de los daños ascendió a 1.715 euros.
Ocho días después, según la fiscal, prendió fuego a un alpendre. El tejado se desplomó y se quemaron dos tractores de leña (800 euros). Los daños fueron presupuestados en 1.445 euros.
La acusación pública le atribuye otro incendio la noche del 25 de diciembre en una nave agrícola, ocasionando importantes daños en tanto que el fuego calcinó maquinaria, herramientas, jaulas, comederos de conejos y 4.940 euros. La reparación del tejado del pajar siniestrado fue presupuestada por 12.660 euros. La propietaria, además, tuvo que abonar 260 euros por la retirada de los escombros y 746 a la Diputación en concepto de tasa de intervención en incendios.
