La fiscal pide penas de prisión que suman 57 años de cárcel y sitúa en la cúspide a un pontevedrés
La fiscal acusa a 10 personas de formar parte de un entramado dedicado al transporte, venta y distribución de cocaína en Verín en el año 2010. Para todos ellos, reclama penas de prisión que suman un total de 57 años de cárcel.
El interrogario del ministerio público en el primer día de juicio que se desarrolla esta semana en la Audiencia trató de situar en la cúspide de la organización al pontevedrés José Antonio Diéguez,supuestamente dedicado al tráfico a media y gran escala.
La acusación, en base al atestado policial, sostiene que este último vendió 1.002 gramos de cocaína, valorada en 190.834 euros, de gran pureza (87,3%) a Ángel Lomando, operación en la que, según añade, medió Jorge Álvarez. Lomando fue uno de los primeros en ser detenido el 19 de julio de 2010 en Medina de Rioseco (Valladolid) cuando circulaba por la A-52. Llevaba la cocaína bajo el asiento delantero izquierdo del coche que conducía.
En las diligencias, en un primer momento, estuvo imputado un guardia civil, para el que la fiscal pidió el sobreseimiento al considerar que solo era consumidor de cocaína que compraba a alguno de los acusados. Además, no se encontraron pruebas de que facilitase a la trama información de la investigación.
Diéguez, según sostienen la policía, también suministraba a Miguel Ángel González, alias Mortadelo, para su posterior venta al menudeo a consumidores u otros distribuidores a nivel intemedio de Verín. Sus clientes eran -añadieron- cuatro de los imputados: Carmen Diéguez, alias Sevillana, su pareja Vicente Alonso y los dos hijos de la primera,Jonathan y Verónica Mudarra. Para el grupo de drogas de la Policía Nacional "Mortadelo" se valía de su profesión de panadero para encubrir sus actividades ilícitas, utilizando los vehículos de la empresa familiar.
En el transporte y distribución al menudeo realizadas por Miguel Ángel, según dice la fiscal, "colaboraban estrechamente Antonio José Garrido -en alguna ocasión llegó a realizar funciones de coche lanzadera-, y Jesús Luis Barrera, alias Suso, un hombre de su máxima confianza.
En los diversos registros realizados, aparecieron 100 gramos de cocaína en la casa de Miguel Ángel González, además de una báscula de precisión , 370 euros y una pistola y munición.
Por su parte, en al vivienda de Carmen Diéguez , en la avenida de Castilla, en el interior del buzón de correos de portal había envoltorios con 7,3 gramos de cocaína así como cannabis repartido por la casa. A los agentes policiales les llamó la atención la suma de dinero en efectivo que había en el piso, un total de 25.695 euros. En la cocina, apareció un calcetín con 19.900 euros y otro con 3.000.
