Adif arranca los trámites para construir la variante exterior

La publicación de la lista de fincas y bienes afectados por las obras, así como el inicio del período de información pública para realizar posibles alegaciones, pone en marcha el proceso para la construcción del primer tramo de la variante exterior de Ourense, y que da continuidad a la línea de alta velocidad desde Taboadela hasta Seixalbo. Este primer tramo tiene una longitud total de 8,7 kilometros (exactamente, 8.695,259 metros), de los que 3,44 kilómetros discurren en túnel. La expropiación afecta a más de mil parcelas de distinta naturaleza y tamaño, si bien predomina el suelo rural y las construcciones afectadas, no superan la treintena. Además de particulares, se verán afectados propietarios institucionales, desde los concellos por los que pasa este tramo (Taboadela, San Cibrao das Viñas y Ourense) hasta el Instituto Galego da Vivenda e Solo o la Confederación Hidrográfica Miño-Sil o el propio Adif. Por tipología ha tres tipos de expropiaciones: las permanentes, que afectan al trazado ferroviario y la franja de protección de 8 metros, que en algunas zonas se ve reducida; las expropiaciones temporales, para permitir los accesos a los lugares de obra, zonas de acopio, destierros, etcétera, y las servidumbres que no afectan a la propiedad en sí pero condicionan su posterior uso, como por ejemplo la imposibilidad de construir o plantar arbolado. El documento que detalla las características de las expropiaciones estima el tiempo de ejecución de las obras en 33 meses, que serán los que se verán afectadas las expropiaciones de carácter temporal. El término municipal de Taboadela es el que más afectaciones tiene en superficie: alrededor de trescientos mil metros cuadrados, ya que la totalidad del trazado que discurre por su territorio lo hace a cielo abierto, mientras que en el caso de San Cibrao das Viñas, la mayor parte del recorrido de la línea se desarrolla dentro del túnel de Rante, de 3.440 metros de longitud. Y en el caso del término municipal de Ourense, se beneficia de una ventaja: parte del trazado va a aprovechar el actual tramo de la vía de Zamora, para discurrir adosada en paralelo. Plataforma de doble vía La línea férrea será construida en una plataforma de doble vía, con curvas con un radio que rondará los 2.600 metros. Todos los viaductos y el único túnel también serán de doble vía. El Adif ha fraccionado este primer tramo de la variante exterior en tres subtramos: Taboadela-Túnel de Rante, con 5.601,3 metros, el 60 por ciento de los cuales lo conforma el citado túnel de Rante; Túnel de Rante-Conexión Seixalbo, de 2.260 metros de longitud y Conexión Seixalbo-Seixalbo, de 833,959 metros. Además del túnel, las infraestructuras más significativas son los viaductos sobre el río Mesón de Calvos, en Taboadela, de 408 metros de longitud y un viaducto que atraviesa la N525 y el Barbaña, de 356 metros de longitud. En el último subtramo, el de Seixalbo, 600 de los 833 metros la línea de alta velocidad y la actual vía de Zamora discurren en paralelo, conformando conjuntamente la plataforma, con una de las vías, de tres carriles, lo que asegura la conectividad hasta Ourense de trenes de ancho ibérico y mercancías, que, una vez finalizada la variante exterior, entrarán en la estación por ella y no por el actual trazado que quedaría liberado. Una obra de 475 millones de euros y sin fecha final La fase de exposición pública de las expropiaciones para la construcción del primer tramo de la variante exterior supone poner fin a un largo desbloqueo que, teóricamente tendría que haber avanzado significativamente en 2019, con la licitación de esos primeros subtramos. Tras los 15 días de exposición pública se inicia la tramitación para las expropiaciones y la clave está, todavía en el momento en el que se publiquen los anuncios de la licitación de estas obras. Se trata de una tramitación que suele tardar una media de un año hasta que comienzan las obras. El plazo estimado por el Adif para las mismas es de 33 meses, lo que situaría, si todo se desarrolla con diligencia, en el año 2024 para la finalización de este primer tramo. El segundo tramo, que incluye obras tan complejas como el túnel de Montealegre y el viaducto que cruzará el Miño, llevará un tiempo adicional y el grueso de la inversión prevista para una variante que se ha estimado en 475 millones de euros. La pregunta que todavía quedará en el aire por mucho tiempo sigue siendo ¿Para cuándo estará la variante? Todo lo que se pueda decir ahora es pura especulación.