Un trabajador de la Protectora de Perros y Gatos de Ourense (Progape) en septiembre de 2019 admitió ayer en el Juzgado Penal 1 que pegó un puñetazo a un usuario que acudió a las instalaciones, junto a un hijo menor, para entregar un gato abandonado. El inculpado, Juan Pedro M.R., fue condenado a tres meses de cárcel tras un acuerdo entre la defensa y la fiscal tras pagar la responsabilidad civil (2.500 euros).
Los hechos ocurrieron a las 20.55 horas del 26 de septiembre cuando el perjudicado fue a entregar el gato. Tocó el timbre y otra empleada le dijo que tenía que esperar. Al pasar un tiempo, volvió a llamar y también salió el agresor, quien le dio un puñetazo en la cara. Ambos cayeron al suelo y el acusado siguió golpeándolo.